GABINETE DE VALDÉS: ALGO PARA ARMAR

Tarde o temprano se dirá que se sabía… Que no es fácil “armar” un gabinete de ministros. Sin embargo, a pesar de las “operaciones mediáticas”, encabezadas por el chino rubio, ex diputado y dueño de un diario, hasta ayer a las 20 horas sólo hay un nombre. No por hecho está derecho, pero Enrique Vaz Torres, es el nombre que no necesita que nadie lo lleve “in pectore”. Es un hombre del equipo. Quizá, el que mejor supo mostrar sin exhibirse. Habrá mucho para criticarlo, pero no se puede negar que es el funcionario con mayor poder en la gestión de Ricardo Colombi. Y así será, también, durante la gestión de Gustavo Valdés.

GABINETE DE VALDÉS

Los decretos del 10 de diciembre, tendrán el valor de lo fáctico. Pero pocos sabrán lo medular de cómo se gestó el “gabinete de Valdés”. Hay varias señales que ambos gobernadores -el que se va y el que viene- supieron a lo largo de la campaña, desnudar ante la vista de quienes “podían ver”. Y ver, a veces no es interpretar.

Primer escenario. El gobernador es el “resultado” de una alianza. Seguro, alguno dirá que el “jefe” es Ricardo Colombi. Sí, hasta el 10 de diciembre, y falta poco. Pero, hay armonía y consenso, para que el gabinete de futuros ministros mantenga un perfil heterogéneo. El gobernador electo tiene en carpeta la reforma del organigrama ministerial. Dos ministerios están bajo la lupa; uno de ellos por lo menos, va a desaparecer. Póngale una ficha al ministerio que hoy comanda el electo intendente de Goya.

Gustavo Valdés ya sabe a quien va a refrendar. Con “Seguridad”, Horacio Ortega es un número puesto. El ingeniero Jorge Vara, es casi insustituible en el comando de Producción. Pero Valdés, también sabe, que hay una ministra “cuestionada” a pesar del respaldo irreductible de RC, el Mono y un senador re electo fanático por el Turismo. Podrá imponer su firma? Tiempo.

LOS QUE ESTÁN EN LA “GATERA”

Son más los que se hacen anotar, que aquellos que verdaderamente tienen posibilidades de ser ungidos. Pero hay nombres que ya se leen en la penumbra. Luis Bravo, actual subsecretario, es uno de ellos. Con eso, la cuota PRO, dentro del andamiaje ministerial estaría cubierto. Si por acaso, no germina, está pre destinado a un cargo nacional de los tantos que hay en Corrientes.

Lógicamente, hay algunos funcionarios, que al resultar electos deberán dejar sus despachos en el Ejecutivo. Ni “Peteco” Vischi, tampoco Aníbal Godoy, podrán eludir su responsabilidad como diputados. Uno, porque no están en el bolillero que Valdés hace girar. Dos, porque RC no quiere un amarillo en la cámara baja. Para esas dos vacantes, hay muchos candidatos, pero se supo que la gestión remozada incorporará a jóvenes dirigentes de partidos aliados que hasta hoy no han tenido presencia en el gabinete provincial.

HORA DE MUDANZAS

Estela Regidor, electa diputada nacional, deja vacante un lugar importante: ANSES. Ese sillón, seguirá siendo radical y por supuesto, será RC quién decida el nombre del futuro funcionario. Hay pataleo? Sí. Valdés no tiene nombres, pero podría sugerir “uno/una” que le genere excelentes relaciones con otro partido de la alianza.

Se viene el verano, hay que cambiar el vestuario. Y porque no, algunos funcionarios. Si la arquitecta está en la mira, no es una casualidad. Turismo y Cultura -entiéndase festivales, carnavales y esteros- tendrán nuevos responsables.

Y la partitura del gobernador electo tiene la firme ejecución de la estrella de la música correntina: ARIEL BAÉZ. Desde los fundamentos de esa “pretensión”, Gustavo Valdés corre con ventaja. No hay argumentos para oponerse a que el músico correntino, actual diputado electo, sea la nueva cara visible de la Cultura correntina en la próxima gestión. Tiene los atributos; el conocimiento del escenario y las bambalinas; una voluminosa agenda formal e informal que abre más puertas de las imaginables; y además, es joven, simpático, exitoso, quién puede decir que desde una banca será más provechoso para la correntinidad de todos los correntinos?

SEGUNDO ESCENARIO

El tablero de ajedrez no es un espectáculo circense. Por eso, el esfuerzo por ocupar espacios de poder, es una cuestión de racionabilidad y no de caprichos. Hay que distribuir bien los recursos humanos. En esa impronta, el Mono pretende -y lo va a lograr- ubicar sus alfiles en ambos escenarios: provincial y municipal. Despacito o, de a poco, tal como el Plan Belgrano.

En la vorágine por decidir nombres y ocultarlos, los Entes Autárquicos, están “ad-referendum” de acuerdos programáticos entre los dos gobernadores. Sin que ésto seA impedimento para que muchos jugadores hagan pre calentamiento y vayan eligiendo camisetas. Cómo las del Tekoví, vió?

La Obra Social es un “volcán”. Pero siempre hay un corajudo que pagaría por ocupar ese lugar. Ahora, le tocará a un médico.

HABRÁ MÁS

Como conclusión, es obvio que la “guerra” no es por los cargos. Todo se acomoda. No “todos”. Pero los murmullos son casi gritos para quién sabe escuchar. Valdés, con línea directa al puerto del Buen Ayre, escucha con atención. Sabe que la construcción de poder es un ejercicio eterno que todo buen político debe saber ejecutar. Con ese precepto, el electo gobernador no va a descuidar ninguna de las tres áreas. Claro, hay que cumplir con el slogan: NACIÓN – PROVINCIA – MUNICIPIO. Ese es el rumbo y, ya se sabe quién es el piloto.

 

 

 

 

 

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