Los carniceros chinos, las vacas gordas y los negociados, danzan detrás de la muralla de humo. Después del amague de los testaferros permanecen los interrogantes
La muralla de humo se hizo más espesa. El relato vuelve a repetirse en Corrientes de la mano de gestores desconocidos, empresarios improvisados y funcionarios fantasiosos.
La historia comenzó oficialmente el 10 de junio de 2019 cuando Gustavo Valdés puso la firma para apalancar el resurgimiento de un frigorífico –imprescindible se dijo- que favorezca el desarrollo de valor agregado a la “carne correntina“. Los beneficiarios del apoyo oficial fueron un grupo de comerciantes chinos que en tiempo récord: constituyeron una sociedad anónima; accedieron a los contactos necesarios a nivel gubernamental, empresarial y financiero; y en diez meses pusieron en marcha el “frigorífico exportador“.
LA MURALLA DE HUMO
Fue un 17 de diciembre de 2018 que un grupo de supermercadistas chinos constituyeron una sociedad anónima, la “Muralla China“, e integraron un capital social de $ 5.000.000 – o U$S 134.228 – (cotización oficial de la fecha U$S 1 = $ 37,25).
Por otro lado desde el gobierno -gestión Gustavo Valdés-, comenzó a desarrollarse una “estrategia” a través de la intermediación del Consejero del Gobernador – ex legislador provincial y empresario ganadero – Manuel Antonio Sussini, con el fin de asegurar que el “cuento chino” se hiciera realidad.
También, desde el gobierno nacional – gestión Mauricio Macri – los “inversores“, recibieron un apoyo irrestricto. Sobre todo, a través de asesoramiento técnico e instrumentos administrativos para acelerar la puesta en marcha del “frigorífico chino“.
Sin duda, algunos medios locales y otros especializados, hicieron su aporte para potenciar el proyecto. Pero todo fue diluyéndose ante la estricta realidad: “Más que China, era una muralla de humo“.
LA REALIDAD, UNA MURALLA
Tres años pasaron desde la inauguración de “MURALLA CHINA S.A.” (22/10/2019) con la presencia y el respaldo del Gobierno de Corrientes y diferentes áreas del gobierno federal.
Dicho por Jorge Bulman – director del Centro Regional NEA del Senasa
“La Muralla China es una planta frigorífica que se instaló en Corrientes, donde tenemos zona infestada con parasitosis externa (garrapatas), en la actualidad es el único frigorífico de la Región NEA para la exportación de carne vacuna. La planta tiene una capacidad de faena de 400 cabezas diarias y comenzará a operar el próximo jueves. Desde el Senasa festejamos esta inauguración; acompañamos la iniciativa y vamos al estar al servicio como lo hicimos desde el primer día” (24 de octubre de 2019)
Después de 9 años de permanecer cerradas las instalaciones del frigorífico pasaron por una “lavada de cara”. Lo mínimo indispensable para resucitar la planta y comenzar a operar con restricciones.
Es decir, las limitaciones, relacionadas con cuestiones “sanitarias” y “exigencias internacionales”, condicionaron la “autorización” del SENASA solo a faenar y operar con “tránsito federal”, obviamente dentro de los límites de Argentina.
Sin embargo, quizá por la “pandemia”; talvez por no cumplir con los requisitos exigidos por las autoridades sanitarias de los países importadores; o a consecuencia de de la falta de “expertise” en la administración de este tipo de actividades, la falta de autorización para exportar desembocó en el “anuncio de cierre” realizado el 30 de diciembre del año pasado.
Para evitar el “fracaso” del emprendimiento y las consecuencias que acarrearía la decisión, el Gobierno de Corrientes articuló medidas de “auxilio”, cuyo detalle y alcance hasta hoy se desconocen.
LA MISMA HISTORIA
El jueves -4 de noviembre- los empleados del frigorífico realizaron un “piquete” sobre la RN 12. Los motivos serían “rumores” del cierre inminente de la planta.
Desde el gobierno, la ministra de Industria, Trabajo y Comercio manifestó su “sorpresa” ante la medida de protesta. Pero, trascendió que los trabajadores del frigorífico liberaron la circulación luego de conseguir una audiencia con el gobernador para mañana 7 de noviembre.
Sin embargo, hay razones fundadas para dar crédito a la versión del cierre de la “Muralla China S.A.”. Sobre todo porque la autorización para “exportar” no se concreta. Y los motivos del retraso no son precisamente “burocráticos”.
Es evidente que los “inversores chinos” que manejan el frigorífico buscan presionar, para lograr nuevamente, el auxilio financiero del gobierno provincial.
Teniendo en cuenta que el año pasado, en el último día del año, amagaron con cerrar la planta aun cuando habían anunciado que ya tenían compradores de Paraguay y Hong Kong para cueros, carne y menudencias.
Esas operaciones no se concretaron a pesar del tiempo transcurrido. La autorización para exportar sigue en “espera”, a pesar de las gestiones en diferentes niveles llevadas adelante por varios actores. La última reunión oficialmente, tuvo como protagonistas a la diputada nacional Ingrid Jetter y su hermano Martín Jetter (Intendente de Riachuelo) quienes fueron recibidos en “audiencia” por la presidente del SENASA Diana María Guillén el 7 de septiembre pasado.

Pero transcurridos tres años, muchas palabras y pomposos anuncios la historia se repite y deja la sensación de que LA MURALLA es de humo…