VALDÉS Y SUS AVALES
Gustavo Valdés tiene varios desafíos por delante. Algunos obvios, otros casi secretos. Gobernar es uno -con todo lo que ello implica- y deberá enfrentarlo cotidianamente. Pero el más acuciante es administrar el “poder”. La premura en crear lazos directos y espacio propio, le imponen la necesidad de construir un proyecto en el que los dos “Pedros” serán protagonistas fundamentales.
DEL PODER HABLEMOS
El poder político es una herramienta de construcción permanente. No es un mandato. No se hereda. No se delega. Por eso, quienes imaginaron un gobernador “títere” encarnado en la actual gestión, obviaron considerar dos tópicos imprescindibles que cualquier candidato desarrolla potencialmente cuando asume el poder: el instinto de supervivencia natural y personal; y el manejo de la dinámi...