UCR CORRIENTES OBVIEDADES Y MISTERIO

La UCR correntina tuvo su Convención para decidir a medias. Ayer por la tarde cumplió con el protocolo de aprobar su pertenencia a ECO, la alianza oficialista provincial, y su permanencia en Juntos por el Cambio, donde encarnan la oposición a nivel nacional. Las candidaturas para las elecciones provinciales del 11 de junio próximo se definirán en una mesa de élite

Los radicales se juntaron ayer para arrear la interna debajo de la alfombra. La definición no es figurativa. Por el contrario, describe con crudeza una situación donde la mayoría, agacha la cabeza y mansamente se deja arrastrar por la decisión de la cúpula que integran los miembros de la cooperativa y el iluminado personalista – de turno – que ejerce el poder.

OBVIEDADES

No es una broma pero, la UCR tuvo en el Orden del Día el tratamiento de las alianzas provinciales. Difícil que los radicales integren dos alianzas provinciales en el mismo distrito. Y además, sería contradictorio que decidan no integrar la alianza que ellos crearon y hasta hoy conducen.

En cuanto a las alianzas a nivel nacional el formalismo de ratificar su permanencia en Juntos por el Cambio es una tomada de pelo. La cuestión ya está impuesta por los hechos. Porque desde hace tiempo vienen sosteniendo una notable participación en las idas y vueltas sobre las candidaturas y las propuesta del espacio nacional opositor.

Pero, los radicales decidieron ajustarse a derecho. Por las dudas. Más que nada porque sobrevuela el fantasma de un nuevo broker electoral que opera bajo la denominación de Vamos Corrientes.

Lo real e inevitable será determinar el criterio a seguir en referencia a las alianzas comunales. Lo casi seguro, es que impongan la creación de una mesa de enlace, donde se analicen las diferentes posibilidades junto a sus aliados. Pero la palabra final siempre, será de la UCR.

EN MESA CHICA

Las candidaturas para la lista de diputados y senadores hubiera sido el plato principal de ésta Convención. Sin embargo, por una cuestión de estrategia, los radicales decidirán nombres y lugares de sus candidatos en una mesa chica. Lejos de las roscas impropias de un Partido que es ejemplo de democracia y participación.

Son 6 cargos legislativos que la UCR pone en juego de un total de 20 que se renuevan el 11 de junio. Tres diputados, dos hombres y una mujer. Tres senadores, dos hombres y una mujer.

En la Cámara Baja vencen Norberto Ast, Héctor López y Fabiana Meza. En el senado vencen Alejandra Seward, Sergio Flinta y Ricardo Colombi.

MISTERIOS

¿Por qué será que Gustavo Valdés antes del ingreso al local fiestero donde se realizó la Convención nombró dos veces a la Alianza gobernante; la primera vez como Vamos Corrientes y la segunda como ECO + Vamos Corrientes? Por las dudas, si hace falta, hasta hoy el resultado es de 2 a 1 a favor del sello del gobernador.

El mismo que se convirtió en un socio privilegiado con poder de decisión cuando hace menos de dos años ni existía como Partido. ¿Casualidad?

Los radicales aceptan de cabeza gacha que los candidatos del Partido sean seleccionados por una mesa chica integrada por notables – camanduleros -, los mismos que han distribuido el poder en los últimos veinte años, cediendo espacios a socios y aliados; muchos de éstos ni siquiera dirección postal tenían o tienen.

Una extraña forma de construir poder. Regalar espacios. Pero, el murmullo que crece es que el presidente del Partido estaría dispuesto a terminar con la dulzura.

Es decir, los socios que quieran o pretendan renovar sus bancas o incorporarse a las becas legislativas, deberán pelarse el codo para cristalizar sus pretensiones.

EN DEFENSA DEL RADICALISMO

Ricardo Colombi de zombie o caído del catre no tiene nada. Mirando al 2025, sabe que su jugada debe materializarse ahora. Para ello deberá salir a defender el derecho y el poder.

Es decir, son atribuciones, pero no son propiedad de quién hoy, ocupa el sillón de Ferré. Gustavo Valdés llegó al poder gracias a la bendición e imposición de Ricardo Colombi.

Detrás de esos personalismos hay una construcción partidaria que, en el marco de una estrategia de alianzas, necesitó repartir bancas legislativas y cargos ejecutivos para acceder al gobierno.

En la praxis, la UCR deberá pedir como mínimo el doble de los diputados – propios – que vencen y mantener el mismo número de representación partidaria en el Senado.

Sobre todo, porque ésta elección de medio término, marca el preámbulo de la despedida de Gustavo Valdés. Y además, hay elecciones nacionales, se elige Presidente y diputados nacionales.

Para la vida interna del radicalismo – versión Colombi – lo que importa es que haya un mayor número de ucerreístas en el ámbito legislativo. Allí se cocinan las leyes; desde allí se puede habilitar un proyecto de reforma de la Constitución provincial; y es allí donde se teje el entramado del Poder Judicial. No es poco el poder que un legislador tiene.

La discusión en días, pasará por ese meridiano. ¿Cuántos lugares a salir les corresponde a los socios? La respuesta del sentimiento y la lógica correligionaria será: menos de lo que se les regaló hasta ahora.

NINGUN SOCIO ESTÁ EN CONDICIONES DE AMENAZAR

El radicalismo sabe que Encuentro Liberal, que preside el denunciado Pedro Gerardo Cassani, no está en condiciones de hacerse a la aventura de abandonar la alianza oficialista. Primero, porque ningún mono baila gratis; y segundo, porque los fueros que protegen al nombrado son imprescindibles.

El Partido Popular Correntino que preside el señor vicegobernador no tiene mayores aspiraciones políticas que las de mantener a los miembros de su aristocrático Partido dentro de los cargos que representan una beca imperdible. Puede ser el cuñado, el hijo, o alguno de sus eternos funcionarios a dedo. Braillard Poccard no es muy afín a las innovaciones. Como buen conservador, mantendrá el perfil de la condición hereditaria o la vinculación familiar, y hasta el peso de las amistades, antes que el mérito.

Los partidos provinciales PaNu, PL y PA son fácilmente seducidos. Al final, aportan algo y se conforman con que las cúpulas partidarias, a través de sus dirigentes o familiares, mantengan el conchabo relajado que significa estar y levantar la mano. Con eso basta.

Todos los demás, son accesorios o actores de reparto.

RADICALES ERAN LOS DE ANTES

Los de hoy son pragmáticos. Para estar en la cresta de la ola, la dirigencia no duda en surfear la realidad pisando la cabeza de sus segunda, tercera y cuarta líneas.

Para quién decide el futuro de Corrientes, todos, son comprables. Y sino, se alquila. Después de todo, cada turno electoral es un contrato nuevo.

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