CONCEJO DELIBERANTE: CAMBIO DE PROTAGONISTAS IDÉNTICO ESCENARIO

Despedidas y cambios en el Concejo Deliberante capitalino. Diferentes protagonistas pero, idéntico escenario.

La última sesión ordinaria del Concejo capitalino sirvió para las despedidas y preanunciar que los cambios no evitarán la continuidad de la escribanía.

Protocolo y sonrisas cómplices inundaron el recinto donde, se supone, están los que representan los intereses de la ciudadanía.

Discursos edulcorados, con palaras de agradecimiento y una infaltable mención a la importancia de haber protagonizado la experiencia de convivir en democracia representando a sus conciudadanos.

Un relato emotivo y cuidado. Con lágrimas y todo. El dejavú típico de un sector opositor que poco hizo, hace y hará.

Apenas un cuarto de hora, donde un mesurado pero marcante discurso de quien fuera el edil con mayor ahínco y dedicación en defender lo indefendible.

Una bancada oficialista, los que se van y los que continúan, hace tiempo catalogados como inolvidables. No por destacarse en sus funciones. Sí por la defensa irrestricta de las tropelías de la gestión Tassano/Lanari/Calvano. Catorce levanta manos puros.

Y a partir del 10 de diciembre serán 16 oficialistas y 3 testimoniales.

CAMBIO DE PROTAGONISTAS

Asumirán rol protagónico Marcos Amarilla (UCR), candidato a presidir el legislativo comunal; Sandra Olivera (Coalición Cívica), Ignacio Rodríguez Mateos (ELI), Lilian Cano (UCR), Jorge Campos (PL), Rocío Báez (CiCo), Jorge Benítez Sívori (Partido Popular), Catalina Giménez (PA).

La mayoría de ellos funcionarios municipales o gubernamentales. Y lo infaltable: “hermana de…“.

Dejan su escaño –cómodo metro cuadrado rentadoLorena Acevedo Caffa (PJ) y Nahuel Mosquera (Nuevo Encuentro) integrantes del bloque opositor. Reficha en el mismo staff de oposición, Mercedes Franco Laprovitta que vence su mandato pero fue reelecta. Todos ellos reproductores de mucho ruído y pocas nueces.

Los oficialistas, que se destacaron y dejaron su impronta impreganada en el recinto son:

Fabián Nieves, quizá el único concejal que fue opositor y oficialista sin escalas, cuya circunstancia lo llevó a ser contradictorio -o hipócrita-; en más de un debate defendiendo lo que antes criticaba o, a la inversa, cuestionando lo que en su rol anterior atacaba. Una buena persona pero, a los ojos de la ciudadanía, el edil de las dos caras.

Florencia Ojeda, la hija de papá, con ocho años ininterrumpidos en el recinto. También transitó sus funciones desde la oposición -tibia e intrascendente- y disfrutó de ser oficialista sin demasiados aportes. Una levantadora de manos imperturbable.

Sofía Vallejos, aplicada y participativa. Sin vedetismos pero, con escasa trascendencia en cuanto a sus logros legislativos. No desentonó en su función de obediente oficialista.

Julián Miranda Gallino, el liberal al que sus correligionarios califican su gestión con el pulgar hacia abajo. Ocho años en la banca jugando su propio juego. Tan intrascendente desde lo legislativo que ni siquera será recordado. Salvo, la “plaqueta” recibida como testimonio de su paso por el Concejo Deliberante.

Nelson Lovera, un out sider sin muchos atributos académicos, profesionales o políticos. Un producto de los caprichos de cierta dirigencia radical que construye candidatos títeres. Considerado un concejal de menguada productividad y pocas palabras. El vocablo que más veces balbuceó fue “presente“. Cuando asistía a las sesiones…

DOS QUE SEGUIRÁN VIÉNDOSE LAS CARAS

Alfredo Vallejos (UCR) hasta ayer presidente del Concejo Deliberante. Vence su mandato pero, fue electo Diputado nacional. Un legislador oficialista correcto. Un presidente del cuerpo pulcro y a veces implacable en la aplicación del Reglamento.

Lisandro Almirón (UCB) hasta ayer el edil que se destacó por esforzarse en cumplir el contrato social asumido con los vecinos de Corrientes. Deja el Concejo para asumir un escaño en la Cámara de Diputados de la Nación como referente de La Libertad Avanza.

Entre ambos hay historias comunes antes de convivir como concejales en el mismo recinto. Se profezan respeto, tanto humano como político. Pero no se puede aseverar que la relación presidente del Concejo y edil opositor haya sido un derroche de simpatías.

Vallejos supo aplicarle el reglamento y reconvenirlo en más de una oportunidad. Almirón, un “llanero solitario” que postuló el control del Ejecutivo; el cumplimiento de las normas; y la transparencia institucional, se va sin que el DEM le haya respondido un solo pedido de informes originados en situaciones críticas que afectaban la vida y los intereses de los vecinos de la ciudad.

IDÉNTICO ESCENARIO

La mayoría automática le garantiza a la gestión Tassano / Lanari / Calvano dos últimos años de gestión sin sobresaltos. La escribanía no tendrá cambios sustanciales de fondo ni de formas.

La oposición perdió miembros y los que ingresan, son una concejal que reeligió y otra que reemplaza a quién ocupará una banca en el parlamento federal.

Escaso volúmen político e intrascendente peso cuantitativo. Es inevitable que el rol opositor sea apenas declamativo. No solo por la minoría inmodificable.

En síntesis, cambian los protagonistas pero no el escenario.

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