La inmediatez de las elecciones y la certeza de que debe construir una oferta electoral convincente, impulsó la iniciativa de la “dirigencia” en la búsqueda de un candidato, para que el peronismo pueda volver a creer
El peronismo correntino necesita volver a creer. Es imperiosa la necesidad de desterrar las jornadas aciagas como consecuencia de magros y hasta nefastos resultados electorales.
Para mirar hacia atrás no hay tiempo. Quizá por eso la “mesa de conducción” oficiosa salió a buscar soluciones que le permita sortear con decoro éste desafío del 11 de junio. Los días pasan y hay mucho por construir. Y, para hacerlo, necesita de “compañeros” que siempre tuvieron un rol y un lugar en el escenario del peronismo aunque algunos se hayan empeñado en invisibilizarlos.
DECISIÓN CAPITAL, HAY UN CISNE NEGRO
Para el PJ correntino el distrito Capital, electoralmente hablando, es una batalla que a priori puede resultar en otra derrota inevitable. Los referentes de las diferentes tribus que comparten el comando de campaña no llegaron a ésta conclusión como resultado de una auto confesión de sus propias limitaciones o errores.
Fue la realidad. Esa que late día a día a través de la vida cotidiana de la ciudadanía, lo que les impuso tener en cuenta que “Si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo”.
En consecuencia, la decisión en análisis -casi una decisión tomada- es incorporar un “cisne negro” en la cabeza de lista que les permita a pesar del significado de la figura metafórica sobre lo impensado o lo inesperado de un “candidato tapado”, construir sobre las características del mismo una oferta electoral novedosa, diferente e importante.
Sobre todo cuando el potencial candidato es peronista; nunca sacó los pies del plato; ya fue sometido a la consideración del electorado y el resultado fue meritorio -no cualquiera recoge 30 mil votos -; y, además, posee una “visibilidad propia”; antecedentes en diferentes actividades por fuera de la política que le granjearon una trayectoria con más éxitos que fracasos; con una personalidad que genera empatía y lazos de comunicación propios.
Todo está dado y puesto sobre la mesa. La discreción no será eterna. En pocos días, porque el cronograma electoral en marcha lo impone, los peronistas capitalinos tendrán la posibilidad de sentirse motivados y representados.
NECESITAN VOLVER A CREER
Los electores necesitan volver a creer que hay “otras” opciones. Que la reiteración de nombres y la consecuente “eternización” en los cargos es muchas veces consecuencia de una falta de estímulo a los que siempre están, aportan y acompañan, pero muchas veces son postergados o descartados.
La esperanza no es una herejía. Y en el peronismo correntino, hay una imperiosa necesidad de crecer. Salir del subsuelo y demostrar que entre sus filas hay “buenos muchachos” capaces de capitalizar los anhelos, no solo de la compañerada, sino también de otros ciudadanos que saben que tipo de representantes pretenden.
Quienes ejercen la conducción ad hoc del peronismo correntino van por el cambio de paradigmas. Es decir, reemplazar los experimentos que repetidos siempre arrojaron los mismos resultados no satisfactorios, por la decisión de construir oportunidades que les permitan contra todas las expectativas respaldar un cisne negro que estimule la confianza del electorado en Capital.
Al final, la fe, también se construye y se alimenta.
