El escrutinio provisorio desnudó varios interrogantes. Demoras en la carga del sistema informático gubernamental. Telegramas sin datos esenciales. Sumas que no cierran. Y preguntas sin respuestas
El escrutinio provisorio dejó en evidencia un obsoleto sistema electoral; un profesionalismo precario en áreas sensibles; y la inocultable realidad que la gestión de Gustavo Valdés está desgastada.
La proliferación de boletas de más de 50 partidos para ofertar solo 4 listas de candidatos es un despropósito.
Esa es la razón por la cual el sistema además de ser oneroso es inoperable. Pero, éste es un tema que deberían tratar los políticos en profundidad.
MUCHA PROPAGANDA PERO…
El “jefe” del SuSTI, el verborrágico “Chani” Ojeda, prometió eficiencia y celeridad en el tratamiento de los datos que serían “cargados” en la página oficial del “Escrutinio Provisorio”. Sin embargo, demoras impensadas, dejaron traslucir alguna incapacidad técnica que fue atribuida al Correo Argentino.
Más allá de la adjudicación de responsabilidades, los dichos del funcionario anunciando que en paralelo, el área a su cargo experimentaría un sistema basado en inteligencia artificial. Algo que, sin duda, sólo podrá ejecutarse cuando aprendan a cargar los datos como corresponde.
TELEGRAMAS INCOMPLETOS
¿Es confiable un telegrama cuyos datos esenciales están incompletos? Parece que en Corrientes las autoridades de mesa; los fiscales partidarios; y hasta los miembros de la Junta Electoral Provincial, consideran innecesario que se consignen obligatoriamente dos datos que están al inicio y con un recordatorio específico para el Presidente de la Mesa.
Si no se especifica cuantos ciudadanos han votado, ni cuantos sobres fueron utilizados -ambos datos deben coincidir en la cifra-, de que sirve contar boletas y registrar los votos respectivos.
Es obvio que se pueden cometer errores “involuntarios”. Pero ésta situación de “supresión” de datos esenciales se repite en infinidad de telegramas. Es decir, un desconocido número de urnas podrían contener boletas que representan votos que no se pueden cotejar y validar comparando las cifras con los datos que se olvidaron de consignar en el telegrama.
ESCRUTINIO PROVISORIO ¿O IMPROVISADO’
A excepción de la sumatoria de los votos en blanco, nulos, recurridos y de identidad impugnada que arroja un total provincial de 40.673 y que coincide con la diferencia entre “votos en general” 601.370 y los “votos válidos” 560.697, los demás guarismos consignados solo puede ser interpretados cabalmente si el escrutinio definitivo se toma el trabajo de contar los votos urna por urna.
Esos votos válidos (560.697) no coinciden con el número de votantes consignados (527.028). Tampoco coinciden las cifras de votantes con la cantidad de sobres (521.591).
Sin diferenciar por “Frente o Alianza” o “Partidos” el total de votos válidos consignados para la categoría senadores arroja la cifra de 485.023 en toda la provincia.
Es decir, no coinciden los votos válidos (Senadores) con el total de votos obtenidos por todos los “partidos” cuya sumatoria resulta en una diferencia de 75.674 votos “válidos” que no se reflejan en los adjudicados a los Partidos ni a los Frentes o Alianzas en la categoría senadores.
VOTOS COMPUTADOS A PARTIDOS
TOTAL SENADORES 485.023
DIFERENCIA 75.674 (+ VOTOS VÁLIDOS)
VOTOS COMPUTADOS VÁLIDOS
TOTAL SENADORES 560.697
Si por acaso alguien pretende recurrir a la cifra 40.673 que representan los votos en blanco, nulos, recurridos e de identidad impugnada, la diferencia de votos “sin dueño” sería de 35.001.
¿Y AHORA?
Y ahora la superficialidad de la Junta Electoral Provincial está en evidencia. La incapacidad técnica del SuSTI es palmaria. La falta de celo o responsabilidad de las autoridades de mesa (presidente y suplente, fiscales partidarios y generales) queda a la vista.
Debería suponer el ciudadano (en general el que votó y el que no concurrió a emitir su voto) que el escrutinio provisorio deja tantos interrogantes que, por respeto a la democracia, debería realizarse el Escrutinio Definitivo abriendo todas las urnas.
Sobre todo porque la transparencia no solo beneficia y enaltece la calidad institucional, sino principalmente por respeto a los correntinos.
