A LAS URNAS!

Las 2.744 urnas estuvieron disponibles para que 927.244 electores se manifiesten y elijan los concejales y legisladores que hipotéticamente los representarán

Para los candidatos es un día de gloria. Algunos de ellos ingresarán a la historia y otros, seguirán escribiendo la suya, luego de ser reelectos.

Para el pueblo, que se debate entre el derecho y la obligación, fue apenas una jornada más en la que asumió la responsabilidad de elegir entre los que mienten menos o los que disimulan mejor su hipocresía.

Sobre todo, porque el correntino sabe que la realidad macro que lo rodea, no es igual al duro y triste día a día que le toca sobrellevar a cada uno.

A LAS URNAS

Por conducta partidaria o por tradición; por convicción o por decepción; para cambiar algo, aunque sea. O para no mudar nada, porque no siempre el mandato se honra.

En fin, ir en fila como oveja mansa, o solo como loco malo que no consigue entender porque los elegidos se olvidan de las promesas. O quizás el pueblo pierde la memoria justo los domingos en que va a votar.

FRÍO Y APATÍA

Mientras el mate cocido calentito, que ya no es tan dulce, le dio ánimo para enfrentar el frío, la conversa en la familia se repartió entre decidir que iban a almorzar hoy o si le alcanzarán las monedas para pagar la boleta de luz mañana.

Ni por señas se instaló el debate de a quién votar o porque no hacerlo. Indiferencia y decepción son los contrapesos que debilitan la pasión ciudadana. No hay estímulo y mucho menos interés.

La posibilidad de que esta elección se convierta en la de menor concurrencia de electores a las urnas, es algo que preocupa a la dirigencia política.

Más que nada, porque habrá vencedores y vencidos, pero no es lo mismo representar al 50% del padrón que al 75%. La representatividad sería un resultado parcial insuficiente para dilucidar qué o cómo piensan los que no fueron a votar.

UN SISTEMA PERIMIDO

Más de 50 boletas en el cuarto oscuro no representan medio centenar de ofertas en cuanto a candidatos se refiere.

El desquiciado sistema de “boleta espejo”, que impera en Corrientes, apenas sirve para conocer qué partido se vio favorecido por el azar al momento en que el elector toma una boleta y la introduce en el sobre.

Aseverar que el ciudadano elige con celo la papeleta de que partido utilizará es una utopía. Aunque la mayoría de las veces el partido que ejerce el poder se ve beneficiado por la influencia del protagonismo intrínseco que impone mandar desde del Ejecutivo.

La prueba está en que Gustavo Valdés, sin ser candidato, acaparó todo el cotillón proselitista y propagandístico y fue sin dudas el “mesías” que arengó a los creyentes del “mejor así, aunque no sea lo mejor”.

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