La campaña del miedo está a full. Sin argumentos concretos y apelando a su razón de ser, la dirigencia peronista organiza una fiesta con la tuya
La campaña del miedo que utiliza Unión por la Patria pretende hacer creer que el Estado benefactor es el paraíso. Pero, desde el Estado como ellos lo administran, el resultado se parece más a un infierno donde esclavos y mendigos son el voto útil de un populismo en decadencia.
El senador provincial Martín Barrionuevo -economista- tendrá algunas virtudes. Sin embargo, como político en campaña, salió a mostrar la hilacha motorizando falacias insultantes.
Es comprensible, pero no aceptable, intentar convencer o seducir a los electores correntinos que revisten como empleados públicos utilizando un argumento falaz en un video proselitista.
El legislador Martín Barrionuevo, acorde a su investidura, debería saber que la coparticipación federal de impuestos no puede ser eliminada o modificada por ningún presidente sin la participación del Congreso de la Nación.
La reforma constitucional de 1994 incorporó al texto constitucional la figura de la coparticipación federal de impuestos. A veintinueve años de su promulgación, todos los políticos que ocupan cargos ejecutivos y legislativos han incumplido el mandato constitucional de darse una nueva ley-convenio.
La historia nos demuestra que este régimen se inició por razones meramente coyunturales, producto de las distintas crisis económicas de fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX. La estructura propuesta ha demostrado rigidez e inflexibilidad para avanzar hacia un esquema más racional, y la Corte Suprema de Justicia de la Nación de alguna manera ha consolidado –más allá del texto constitucional- esta circunstancia. El fracaso del sistema propuesto nos obliga a pensar esquemas superadores, para salir del actual régimen que nos rige desde 1988 con rasgos de transitoriedad. (Botana, D. -2019-. La reforma constitucional de 1994 y la coparticipación federal. Revista Jurídica De La Universidad De San Andrés)
Es decir, la aseveración del senador Martín Barrionuevo, es meramente una expresión engañosa en el marco de una campaña proselitista.
CAMPAÑA DEL MIEDO
La artimaña argumental utilizada por el político peronista correntino, no hace más que ratificar el uso de la mentira y la soberbia, prejuzgando la capacidad de entendimiento del ciudadano correntino. Y puntualmente el de los empleados públicos.
MALA COSTUMBRE
Mentirle a los que representa y a los que pretende representar no es una característica exclusiva del senador Martín Barrionuevo. La ciudadanía, a pesar de las vicisitudes que les afecta, tiene registrada en su memoria al conjunto de políticos mentirosos. Sobre todo los que exacerban el embuste en tiempos de campaña.
El espacio político al que pertenece el senador, evita mencionar en sus alocuciones proselitistas, que los desaciertos económicos y de administración de la gestión que representa, han condenado a la mayoría de sus compatriotas a formar parte de los índices de pobreza -oficiales y extraoficiales-.
Las carencias y las dificultades no sólo afectan al espectro de los empleados públicos correntinos. También condenaron a la clase media argentina a la movilidad social descendente.
Una categoría donde ni siquiera los que tienen un empleo formal o ejercen una actividad profesional o producen bienes y servicios -algo que la casta populista jamás haría- han podido evitar caer.
Sí, los argentinos son rehenes de un discurso populista que se ejecuta resaltando promesas que nunca se cumplen y de mentiras insultantes que no se condicen con la realidad de cada familia.
EJEMPLOS QUE DESILUSIONAN
Para los militantes del Estado gigantesco e inagotable, hacer crecer la nómina de personal estatal, es un deber ser. En consecuencia, cada vez necesitará más recursos para pagar sueldos, y por desgracia estimula la impresión de billetes sin valor, porque esos fondos no se condicen con la recaudación a través de impuestos. Carga impositiva cada vez más asfixiante y distorsiva.
Es sorprendente el nivel de irresponsabilidad de quien gobernando genera empleo sin inversión y paga sueldos sin una contraprestación productiva.
Pero sus militantes festejan, cuando en plena crisis espiralizada, la birome del jefe en ejercicio inventa derechos para pocos a costa de las obligaciones -tributarias- de todos.
![](https://politicaencorrientes.com/wp-content/uploads/2023/10/CON-LA-TUYA-CAMPANA-DEL-MIEDO.jpg)
La imagen previa describe un acto administrativo ejecutado en agosto pasado. Días después de las elecciones PASO.
EN DEFENSA DEL STATUS QUO
Ningún político prebendario paga nada de su bolsillo. Todos son repartidores de cargos y beneficios en general, que se solventan con los aportes de un pueblo empobrecido.
Esa actitud que preserva el status quo, tiene intereses corporativos y una composición elitista, en la que convergen sindicalistas, empresarios prebendarios y una casta política que periódicamente aumenta la falange de favorecidos y privilegiados.
Nada podrá cambiar para bien, si los ciudadanos permiten que en campaña, el miedo sea un argumento para tergiversar la realidad.
El uso permanente de la mentira y la utilización del Estado en su conjunto para beneficio propio deben ser desterrados. El método para lograrlo es el voto. Úselo.