¡Estamos en una situación catastrófica! Así lo comunicó el mismo Gobernador de Corrientes.
Si ya teníamos un año complicado post-pandémico con una reconstrucción de las economías más simples a las más complejas, se nos suma el fuego fuera de control…
Para cada momento de las batallas, hay armas y municiones específicas. Pero hasta en las grandes contiendas, hay reglas y la más importante de todas, es saber bajar los sables cuando la lucha demanda otras entregas…
Claro está que, para saber distinguir ese momento, necesitamos ser lo suficientemente caballeros y medir la cuota de lealtad y grandeza que lucimos en nuestros trajes de batalla.
Hoy, la historia nos reclama hidalguía, entereza y, fundamentalmente, el renunciamiento a la gloria personal para poder aportar a la gran reconstrucción que necesita nuestra amada Corrientes.
¡Son tiempos duros y lo serán aún más!
El desafío será acallar los discursos para la tribuna y revisar la letra de nuestra Constitución, ¡pues allí radican los principios rectores de nuestra conducta pública!
Será un tiempo de reconstrucción plena, lejos de las mezquindades y personalismos. ¡Será la historia quien juzgará a quienes den la talla para calzar ese traje de combate!
