Mañana debe realizarse una reunión en Chavarría. Raúl Alfonzo marcó su posición. La conducción del partido en discusión.
Los autonomistas se reúnen mañana en la localidad de Chavarría. Algo normal dentro de las actividades propias de cualquier partido político.
¿CONVOCADOS…?
Un sector, el que se atribuye la conducción del partido, asistirá. Mientras pueda, José Romero Brisco asume una actitud convocante. Pero mientras tanto, sigue la interna que no fue dirimida y que de acuerdo al proceso judicial en marcha, podría culminar de una manera inesperada.
ALFONZO EXPECTANTE
El sector que integra Raúl Alfonzo, cuenta las horas en espera de la resolución de una apelación que ya se tramita en Cámara. Aguardan, pero actúan. Hacen notar que la cuestión todavía no está resuelta.
SIN CONDUCCIÓN LEGITIMADA
No es difícil imaginar que cada parte puede tener una porción de razón. Sin embargo, es por lo menos “incomodo“, que se subraye que la actual “conducción” no tiene el respaldo de la mayoría. Cero votos, es nada. Un fallo judicial, podrá invertir los polos, pero éstos seguirán siendo opuestos.
Lo mejor para los autonomistas sería que sus autoridades sean electas.
La crisis del Partido Autonomista es actualmente una cuestión de género aunque no se lo manifieste todavía.
Comenzó en los últimos años del milenio anterior como un asunto no resuelto de familia que lo dejó destrozado exhausto y carente ya de toda capacidad de convocar a nueva militancia, con lo cual fue perdiendo legitimidad electoral y estuvo sobreviviendo sólo mediante un zigzagueante sistema de alianzas puramente comiciales y sin contenido programático alguno.
Los cambios de las estructuras urbanas a y los grandes desplazamientos demográficos que se vienen operando desde hace décadas, volvieron obsoleto el tradicional sistema de proselitismo del Partido, basado en el paternalismo localizado y en la lealtad patriarcal. El afiliado (traducido como ahijado) cortó la soga y perdió todo interés en un colectivo que nunca siquiera le encuesta y que prefiere dirimir las cuestiones de la conducción partidaria en los mullidos y silenciosos pasillos tribunalicios.
Es lamentable que tantos abogados espetos sigan haciendo caso omiso al viejo adagio que sostenía siempre el mejor abogado de la Historia, el Mahatma Gandhi ; “Siempre es mejor un mal arreglo que un buen juicio” Pero, claro para eso hace falta otra condición personal.
Una intervención hostil – como la de Mestre 1999 – será es el triste destino TER,MINAL del último fortín del Federalismo Argentino.
Gracias por su opinión.