A un paso de hacerse realidad la interna del Partido Liberal se agudiza. Diciembre será un mes clave para que se decida y efectivice la convocatoria
La interna del Partido Liberal va tomando forma y cuenta con varios protagonistas. La gestión de Eduardo Hardoy, en tándem con Any Pereyra, tiene más detractores que aliados.
Poco a poco diferentes grupos de dirigentes van concretando reuniones en el interior provincial e inclusive en circuitos capitalinos.
LA INTERNA DEL PARTIDO LIBERAL
Las críticas a la conducción son un rosario de quejas de las que sobresale, la falta de iniciativa y acción de sus legisladores provinciales y comunales, quienes de manera rutinaria exponen una dependencia absoluta del gobernador e intendentes de varias localidades del interior.
Además, con insistencia, encumbrados referentes celestes señalan como inaceptable el incumplimiento de acuerdos establecidos como condición para evitar una confrontación directa en la última renovación de autoridades.
Para colmo, el malestar se expande por diferentes comités partidarios, cuando se confirman las versiones de designaciones en cargos del Ejecutivo provincial o capitalino que no tuvieron respaldo orgánico y son fruto de gestiones de la cúpula liberal.
EN PROCESO
Un par de indubitados referentes del Comité Capitalino expresaron a este medio que “habrá interna el año próximo, fundamentalmente porque el tridente de poder agotó su modelo de conducción“; y agregaron “demasiado personalismo convirtió al Partido en una sucursal de Gustavo Valdés, donde la institucionalidad y la identidad partidaria se diluyeron“.
Consultados sobre las razones del disenso manifiesto, respondieron “son varios los hechos de público conocimiento que demuestran la indisimulada influencia del gobernador en el PL y el ejemplo más demostrativo de ese tutelaje fue la designación de una candidata a senadora para manifestar una vez el hecho consumado que el PL había conseguido una banca en el senado provincial“.
La aseveración, no falta a la verdad, dado que Lucrecia Lértora recibió el ofrecimiento directamente de Gustavo Valdés y la aceptación de la candidatura no fue considerada en el ámbito de los órganos partidarios.
En el final de la informal conversación, una pregunta punzante y una aguda reflexión dejaron en evidencia que la interna ya está en marcha “¿cual es la ventaja de respaldar a una conducción que no defiende la institucionalidad del Partido Liberal con 167 años de historia y se somete a los caprichos del rector de la alianza en la que el PL es un peón más?“. Y concluyó “el PL no es una cooperativa ni un club de amigos, aun cuando alguna dirigencia se acomoda a roles donde privilegian su cercanía al poder; el PL trasciende cargos y nombres y su esencia se regenera cuando la circunstancias exigen un cambio que devuelva el Partido al lugar que su historia le ha otorgado en la vida de Corrientes“.
ELLA GENERA RUMORES
Se filtró que Any Pereyra habría manifestado a su círculo más íntimo que estaba considerando la posibilidad de renunciar a su banca de diputada.
De ser cierto, no se descarta que la rubia articule proyectos que pueden converger a una aspiración mayor. En principio, se rumorea que la actual diputada, podría ocupar un cargo federal en Corrientes en caso de que Patricia Bullrich acceda a la presidencia de la Nación.
En el ejercicio de una función de mayor ejecutividad, la referente del PL, intentaría volver a la Presidencia del Partido.
Ambas circunstancias allanarían el camino en busca de su objetivo: integrar la fórmula gobernadora – vice para el 2025.
EXPECTATIVAS Y POSIBILIDADES
El oficialismo tiene una leve mayoría que podría imponer en la Convención para dilatar el tratamiento de la convocatoria a elecciones. Diciembre no está lejos y, a pesar del descontento generalizado, articular un bloque opositor que consiga quorum y apoyos para habilitar la interna no será tarea fácil.
Inclusive, la dirigencia opositora deberá construir una estrategia sólida, para que el oficialismo no recurra a la posibilidad de prorrogar los mandatos.
La certeza que motiva a los referentes opositores a ésta conducción, se sintetiza en la precariedad institucional y en la pérdida de identidad del Partido más antiguo de Corrientes.
“No se trata de nombres, cargos y designaciones. Lo imperioso es recuperar la vida interna del Partido; el debate amplio y participativo; el compromiso genuino con las expectativas de la ciudadanía” se dice en las tertulias que convocan a importantes dirigentes celestes.
