La Junta Electoral provincial reitera en sus Resoluciones algunos “formalismos incumplibles”. Tan repetitivas son las decisiones que duplicó el texto -completo- de una Resolución del 2021
Los miembros de la Junta Electoral Provincial tienen a su cargo garantizar un proceso electoral limpio; resolver las quejas, reclamaciones y recursos que se presenten en el desarrollo del proceso -precampaña y campaña-, y en corregir las infracciones que tengan lugar en este periodo, siempre que estas infracciones no constituyan delito; y, por sobre todo, velar por el cumplimiento de las normas vigentes en la materia.
Sin embargo, exhiben en algunos de sus actos, un exasperante apego a formalismos incumplibles. Parece que las urgencias o las carencias -existentes o simbólicas- inciden más que su formación académica a la hora de decidir en materia electoral, función que los obliga inexcusablemente.
JUNTA ELECTORAL CONTRADICTORIA
Hay que advertirle al ciudadano que los jueces no son dioses. Son falibles como cualquier humano. Pero también hay que recordarle al ciudadano que, la calidad y capacidad de sus señorías se manifiestan a través de sus sentencias; en éste caso particular, por las Resoluciones de la Junta Electoral.
Es evidente que el Acta N° 16 del 2023 (VER), es un burdo “copia y pega” del Acta N° 28 del 2021 (VER). Son idénticas en todos sus elementos; la cuestión, los considerandos y hasta la parte resolutiva son iguales.
Los mismos jueces / miembros, el mismo secretario y un expediente con idéntica caratula, evidencian cierta liviandad en los actos trascendentes del órgano que organiza, controla y legaliza todo lo referente a las elecciones provinciales a realizarse el 11 de junio de éste año.
Sin embargo, lo escandaloso, es que nadie parece haber leído lo que al pie, rubricaron.
Es para destacar -tal como se ve en el documento- que la fecha probable de la reunión de la Junta Electoral fue 8 de abril. Sin embargo, la reunión fue realizada hoy, 8 de mayo.
CUESTIÓN DE FONDO
Las “boletas” produjeron, producen y parece, continuarán provocando variados inconvenientes. Prueba de ello es que la Junta Electoral Provincial tuvo que contrariar, al mismo tiempo, las normas y el sentido común.
Lo puntual quizá sea que ninguna imprenta iría a imprimir un “par de boletas” de prueba, en papel de diario (el papel que legalmente debe ser utilizado para la confección de las boletas); y esa cuestión obligó a la Junta a contemplar una imposibilidad y dejar sentada una excepción.
La cuestión es que la Junta en todos los puntos de su resolución deja explicito que es por vía de excepción y única vez. Falso. Está el antecedente previo del Acta N° 28 del 2021 por la misma cuestión y con idéntico texto en el acta y en la parte resolutiva.
Ni siquiera se modificó lo que se impuso a los partidos políticos “deberán tomar los recaudos pertinentes a fin de evitar repetir estas situaciones en futuras elecciones“. O sea, lo que escribe y ordena la Junta es letra muerta.
Los jueces o los miembros de la Junta Electoral no legislan. Sin embargo, ante la reiteración de problemas que provocan el normal desenvolvimiento del proceso eleccionario, deberían dejar sentado al menos una sugerencia a los demás poderes de sistema republicano.
NO DEJES DE LEER
QUE ESCONDEN LAS URNAS
Los magistrados no surgieron de un repollo. Conocen perfecta y concretamente los laberintos de la política. Algunos de ellos han sido militantes políticos o afiliados a Partidos políticos. Otros, inclusive, tienen relación familiar estrecha con legisladores y funcionarios.
CONCLUSIONES
Sin dudar de los valores y el profesionalismo de los miembros de la Junta Electoral Provincial, es válido señalar que estas situaciones empañan la transparencia del proceso eleccionario. Que, además, sin prescindir de su objetividad, el Poder Judicial debe aportar sugerencias y soluciones que ayuden a superar el arcaico Código Electoral vigente en la provincia.
Si así no lo hiciere, tal como ocurre con los demás protagonistas de la vida política y del ejercicio del gobierno, seguirán recitando con hipocresía: Dios y la Patria me lo demanden…
Dios no litiga y la Patria ni siquiera tiene un defensor oficial.
