LA BANCA, UN SALVOCONDUCTO PARA CASSANI

Otra vez la “banca”, un salvoconducto para que Cassani, eluda el accionar de la Justicia en relación a la causa por enriquecimiento ilícito

La banca de diputado todavía lo mantiene a salvo de la investigación judicial por supuesto enriquecimiento ilícito. Cuando explotó la causa Pyramis en noviembre de 2015, Pedro Cassani -alias Perucho- ya era diputado con mandato y había sido reelecto.

Esa causa, resultado de una investigación de la Justicia Federal, pasó en 2016 al fuero provincial. Recién en 2019, Cassani fue citado a declaración indagatoria. Pero el legislador y presidente de la Cámara de Diputados de Corrientes, se negó a declarar.

Hasta el día de hoy, la juez de la causa Josefina González Cabañas y el Fiscal Gustavo Roubineau, no pueden procesarlo, a pesar de haberlo citado a indagatoria en calidad de imputado por el supuesto delito de “enriquecimiento ilícito“, debido a los fueros parlamentarios que supuestamente benefician al líder del partido ELI y diputado desde 2011 hasta la fecha.

LA BANCA UN SALVOCONDUCTO

Para Pedro Cassani, ser diputado es conservar la “inmunidad” ante los requerimientos de la Justicia. Esos fueros, hasta hoy discutidos, representa para la ciudadanía la esencia de la impunidad.

A pesar de que no trascienden detalles del estado de la causa, expresiones de funcionarios del fuero local, dan cuenta de que ya en primera instancia y luego ratificado por la Cámara de Apelaciones, el beneficio que Cassani goza, fue declarado inconstitucional.

Es decir, si los fueros en los que se ampara Pedro Cassani, han sido interpretados por la juez interviniente y los miembros de la Cámara como inconstitucionales, se presupone que el último recurso del legislador ha sido presentado ante el Superior Tribunal de Justicia. Obviamente, en la creencia de que el máximo órgano de la justicia correntina dejará que el expediente “dormido se convierta en olvido”.

BUENOS MUCHACHOS

Los derechos constitucionales como la “presunción de inocencia” y el “negarse a declarar” no se interpretan ni se aplican con la misma equidad cuando se trata de un ciudadano común.

En general los ciudadanos relacionados con la política o indirectamente, que cuentan con “banca política”, tienen un plus que no solo los beneficia sino que también los convierte en privilegiados.

Estos buenos muchachos y también algunas buenas señoras, son una muestra innegable de que la política incide en los ámbitos de la Justicia.

Colonizado o no, el Poder Judicial, goza de un justificado recelo en la consideración de la ciudadanía.

LA ÉTICA VACÍA

Para los “administradores” de la mega alianza oficialista, integrada por una treintena de sellos con personería política, la palabra ética es un vocablo de tres sílabas sin ningún sentido y mucho menos aplicable en el universo paralelo donde habitan -ellos, los políticos- explotando la ingenuidad de la ciudadanía.

Cada vez que en un discurso de éstos miembros de la casta, contiene expresiones pluralistas como: nosotros; los correntinos; el pueblo; nuestros jóvenes y nuestros abuelos. Se potencia el nivel de hipocresía y falsedad con la que se manejan día a día.

Si no hay igualdad ante la Ley. Si no se hace ejecutable el derecho proporcionalmente a las obligaciones ¿Cuál es el futuro de una sociedad que ignora y olvida? La respuesta es: seguirán los Pedro Cassani de la vida usufructuando de los privilegios que no otorga la democracia, pero que sí son votados en el legislativo por ellos y en su exclusivo beneficio.

POR CUATRO AÑOS MÁS

Pedro Cassani ya tiene el respaldo de su partido -una suerte de conglomerado de funcionarios, empleados, becarios y algunos ñoquis- para ser el “candidato” que deberá integrar la grilla de diputados de la Alianza ECO + Vamos Corrientes.

Si encabezara la lista -otra vez- sería una provocación a la ciudadanía en general y, hasta a los propios aliados integrantes del espacio oficialista.

Si en diciembre fuera ratificado como Presidente de la Cámara de Diputados, sería un insulto. Un acto de soberbia ejecutado en conjunto por legisladores que respaldarían con ese “voto calificado” la continuidad como “administrador de la casa” de un ciudadano sospechado de ser autor de la comisión de un delito.

NO ES EL ÚNICO

Así dicen en todos los ámbitos. Desde la fila en el supermercado hasta en las canchas de golf. Muchos de los que hoy simulan ser “honorables” tienen más manchas que un tigre.

Pero esta es la democracia. Las reglas del juego. Las normas a medida y los marcos jurídicos -autoría de los legisladores- que permiten estas circunstancias incomprensibles e inaceptables.

El antídoto o la vacuna, es votar. Utilizar el voto, único instrumento fáctico que el ciudadano tiene como derecho y hasta obligación de ejecutar.

La inocencia hasta que se demuestre lo contrario es un precepto jurídico. Pero la sociedad y particularmente el elector, tienen la atribución de juzgar el accionar de los hombres públicos aunque en éste caso goce del beneficio de los fueros.

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