LA DECEPCIÓN DE SER RADICAL

por Jorge Eduardo Buompadre

No estoy seguro de si el título que puse a esta nota está bien, o es exactamente lo que siento, porque mi decepción no es con la ideología o el pensamiento radical sino con muchos de quienes hoy son “políticos radicales” y se autocalifican como el “legado de Alfonsin”, como se dice en algunos afiches que aparecieron adheridos en paredes de mi ciudad, pues los veo muy lejos de ese legado, mas bien apegados al poder sin que les importe mucho que dicen o piensan los ciudadanos, o las penurias que pasan cotidianamente. Todos sabemos quien era y que pensaba Alfonsín, como que la Argentina no se arregla con pomposos afiches, sino con acciones positivas absolutamente respetuosas de las reglas de la democracia y de los DDHH.

Seguramente muchos estarán pensando ¿y este tipo, quién es para decir lo que está diciendo?, y tal vez tengan razón en pensar así, porque nunca me dediqué a la política, pero si vi muy de cerca a los presidentes Alfonsín e Illia, no porque mi persona tenga alguna importancia (que no la tiene, desde luego), sino porque provengo de una familia radical, verdaderamente radical. Por esas cosas del destino, cuando era un joven estudiante, pude conocer al ex presidente Illia cuando una mañana almorzó en casa de mi hermano Horacio y yo, como comedido, me saqué una fotografía con Don Arturo -que hoy aun la conservo como una joya-. Pero claro, una fotografía no me hace mejor radical que otros, pero si me hace más sincero con mi ideología y mi conducta a la hora de votar.

   Discúlpeseme la expresión mas bien coloquial que usaré, pero ¿no se dan cuenta los radicales que Massa se les está cagando de risa?; ¿no se dan cuenta de que Massa es Cristina, y que los usará y después los enviará a pasear al cesto de basura?; si no se han dado cuenta todavía, me permito decirles que deberían preguntarse ¿quién lo puso allí, como Ministro y candidato?, ¿Alberto? (un mentiroso patológico e inservible que no existe ni existió nunca), ¿los ñoquis de la Cámpora? (utilizando prestadas palabras del propio Massa), ¿el Espíritu Santo?, ¿quién?, ¡denme una respuesta!. Amigos radicales, decididamente Massa -hoy con carita de simpático y tranquilo bonachón- se les está cagando de risa, no otra cosa se puede pensar -entre las tantas fechorías de este señor, que las viene haciendo desde hace décadas- cuando en un acto en Tucumán, recientemente, imitó a Alfonsín recitando el preámbulo de la Constitución nacional. Una burla hacia un gigante devoto de la democracia como lo fue el Presidente Alfonsín.

Siento una gran decepción con solo pensar que un radical vote a Massa o vote en blanco, que es lo mismo que regalarle el voto a este señor, un mentiroso enfermizo, vendedor de espejitos (que muchos han comprado) y que lo único que hizo en su gestión es arruinar este hermoso país. Me pregunto (y espero humildemente que los radicales también se hagan la misma pregunta): ¿cómo puede Massa arreglar como presidente lo que no puede lograr como ministro, siendo parte de un gobierno que será el mismo si gana la elección?. ¿No entienden los radicales que Cristina no se irá nunca de su imperiosa necesidad de mantener el poder, para arreglar su situación judicial?, ¿no ven que ya nuevamente salió de su cueva al acercarse el día de las elecciones para presidente?, ¿no se han dado cuenta (o se hacen los tontos, por ser indulgente con el idioma) que el voto en blanco asegura al Kirchnerismo mantenerse en el poder y en el manejo espurio del dinero del Estado?, ¿qué el voto en blanco no es otra cosa que una perfecta complicidad con la corrupción funcional?, la cual seguirá activa mientras la oposición (radicales y demás, incluida Lilita, que ya tendría que retirarse del ruedo y seguir con su mística religiosa en la capilla de su barrio, con el respeto que me merece la capilla del barrio) se mantenga en la postura que llaman eufemísticamente “neutral”, dejando las cosas peor que lo que están.

   ¡¡Radicales!!, como ciudadano alzo la voz, honren ser radicales, honren la historia del partido, de su ideología fundada en la libertad y en los valores y principios que surgen de nuestra Constitución nacional, honren a Alem, Yrigoyen, Alvear, Balbín, Illia, Alfonsin y tantos otros que han luchado por esos valores y principios.

   Por supuesto que no soy quien para hacer estas sugerencias a quienes saben de política mas que yo, y entiendo a quienes piensen así; simplemente soy un ciudadano como muchos otros en este país, preocupado por el vendaval que podría venir si votan a Massa o votan en blanco. No se puede ser neutral en este momento de semejante deterioro y descomposición en el país. No se olviden que, por ser radicales, están ocupando el lugar en el que están. Los ciudadanos los pusimos en ese lugar, porque confiamos en que son los indicados para sacar adelante la Argentina. No traicionen sus valores ni a sus votantes; sigan luchando por esos valores y principios. Yo luché toda la vida desde mi sitial, como profesional, como profesor universitario y como académico. ¡Vayan y voten!, aporten esperanza, o siquiera una sonrisa, a esta doliente y desconsolada Argentina. ¡Vayan y voten!, que la República los sigue esperando.

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