PARTIDO LIBERAL: NI HALCONES NI PALOMAS

Partido Liberal, ahora, un “conjunto de unidades”. El arreglo quedó firme y no habrá urnas. Muchos heridos y, los mismos “generales” para una renovación sin cambios

En el Partido Liberal Eduardo Hardoy no es la figura convocante. Es apenas, un exponente del “pasa mano” que un grupo de dirigentes impuso como impronta para que el “sello” no tenga vida política propia.

NI HALCONES NI PALOMAS

No son pocos los dirigentes de fuste que observan con preocupación esta “lista de accionistas” que se pretende corporizar como una construcción de unidad.

Señalan, que la “renovación” es ficticia. Que la “participación” fue acotada. Que los “nombres” son los mismos de siempre. Y de hecho, forma y fondo, están plagados de gatopardismo institucional.

La “unidad”, ni siquiera sirve como valor de medida. El acuerdo alcanzado por escasos interlocutores puso en evidencia que la idea es: no correr riesgos.

Nombres propios repetidos. Apenas si cambiaron de sillas, pero no de objetivo: cambiar, para no cambiar nada.

No hay muchas variantes en el ámbito institucional de los liberales correntinos. Volvieron dos o tres pero, en absoluta minoría.

El pulso de poder sigue en manos de menos ejecutores de los que se necesitan para jugar un pocker de cuatro.

MUCHA ROSCA Y POCA POLÍTICA

Para los que peinan canas y los jóvenes de “antes”, la vida política del Partido está en una meseta deprimida. Sin debate ni proyectos propios, los representantes que el “poder” seleccionó para que representen al PL, son meros suscriptores de las órdenes de Gustavo Valdés.

Quien lo niegue, sabe, que lo asiste el derecho de no declarar contra sus propios intereses. Para los que tienen memoria es suficiente con tener en cuenta los hechos fácticos. Como el caso del actual diputado Eduardo Hardoy -a la postre Presidente de la “unidad”- que para ocupar un lugar en la lista de diputados de ECO en el 2019, precisó de ser ungido por el gobernador Gustavo Valdés.

En la Convención -honorable- se decidió remitir un listado con cinco postulantes. Es decir, el Partido más antiguo de la Argentina, no logró siquiera decidir el “nombre” de su representante. Se perdió esa mañana institucionalidad e independencia.

A PURO DEDO CON BARBIJO

La pandemia también afectó a la actividad de los partidos políticos. La virtualidad llegó para quedarse y, el PL, aprovechó para convertirse en pionero: convenciones; reuniones de Comité ejecutivo; y otras de tenor menos institucional se realizaron vía zoom donde la virtualidad encorsetó el debate.

La lógica sanitaria favoreció a los que ostentaban cargos legislativos y a sus adláteres. Por eso, Any Pereyra y Eduardo Hardoy recorrieron varias veces la provincia. Por supuesto, acompañando al gobernador.

Para la renovación de su banca la “presidenta” no precisó de ingentes esfuerzos. Apenas si esbozo algún mohín de rebeldía cuando “aprovechaba” la pregunta de la corte de periodistas oficialistas en el sentido de si podía ser la compañera de formula de Valdés. Todo puede ser expresaba entre sonrisas.

Era una fija. El poder la eligió antes de que los convencionales celestes tuvieran en sus manos algún otro prospecto para pretender representar al Partido.

EN BOCA CERRADA…

El concejal capitalino -segundo mandato- Miranda Gallino todavía no recupera la palabra. No se lo escucha y casi no se lo ve por la sede del Partido.

Aún así, permanece dentro del selecto grupo de autoridades en ésta “renovada renovación” a lo liberal. Está claro, a veces no hace falta hablar en público o en un debate partidario, con saber negociar alcanza para colocar un “delfín” al mando del Comité Capital.

VOLVIÓ UNA NOCHE

Caíto Leconte está adentro. No consideró necesario recurrir a las urnas. Al final, es mas seguro “arreglar” unos lugares que quedarse sin nada.

Junto a él, unos cuantos más que deberán por lo menos, intentar no parecerse a los que “cortan” el asado.

A LA SOMBRA DE…

ESPERT o MILEI, la estrategia es subirse al kayac y hacerle creer a los desencantados que las huestes liberales correntinas son del palo de los dos fenómenos surgidos en las últimas elecciones nacionales.

Difícil tarea. Primero, porque el “público” de los dos legisladores “liberales” no tiene en el electorado correntino un “caldo de cultivo” prominente. Y segundo, porque comparados con los referentes liberales locales la distancia es abismal en varios sentidos.

De última, con obediencia y paciencia, podrán seguir construyendo los espacios que Gustavo Valdés les asigne.

LA UNIDAD

Cuesta imaginar reuniones de apasionada discusión entre los constructores de ésta unidad. Están los que estaban: Any Pereyra; Tito Cheme; Julián Miranda Gallino; Eduardo Hardoy; y los “goyanos”; los “intendentes”; los amigos, parientes y empleados; y se agregaron Leconte y compañía.

Parece que fue más práctico “negociar” en el grupo de WhatsApp que organizar una reunión en la sede para debatir de frente al afiliado quienes pretendían ser y que modelo llevarían adelante.

De cualquier forma y para júbilo de la democracia interna la unidad está garantizada. Lo que todavía no está claro es si la dirigencia liberal conseguirá generar confianza en el electorado para unir el discurso a los resultados electorales.

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