El abismo está cerca para los referentes correntinos de Unión por la Patria. Carentes de poder y sin nada para mostrar, a los “dueños” de la derrota les queda el consuelo de un par de años más de mandato
Unión por la Patria quedó presa en Corrientes de una conducción policéfala. Esa relatividad en la validez de la gestión y las decisiones, acrecentó la dependencia del poder real que obviamente opera desde Buenos Aires.
La suerte de la fórmula Massa – Rossi no depende de la devaluada influencia electoral de la dirigencia correntina ligada al oficialismo nacional.
Ninguno de los espacios de escaso poder territorial encarnado en los eternos compañeros de la cúpula de un PJ intervenido -por enésima vez-; los chicos grandes de La Cámpora; o el poco atrayente Frente Renovador, pueden prometer un caudal de votos que impulse por lo menos, que desde el centralismo, los miren de reojo.
Tampoco los gremios y los movimientos sociales, se supone, con mayor afinidad a las políticas del gobierno nacional, han logrado hacer pie en el contexto de una provincia donde la praxis de “lucha y movilización” no tiene cuerpo ni sustancia. Pero sí, personería jurídica.
Es el escenario en el cual Unión por la Patria tendrá que salir a juntar votos para no perder una banca en el Congreso y lograr un porcentaje que le permita reivindicar las sobras de un país que administraron durante 16 de los últimos 20 años.
UNIÓN POR…
¿Unión por qué o por quién? Es una pregunta que la dirigencia de los espacios nucleados en Unión por la Patria deberían responder. Si se animan.
Sería aburrido y hasta innecesario resaltar los guarismos logrados por el PJ provincial -el mayor accionista del conglomerado- en las elecciones celebradas en éstos 40 años de democracia. Pero en síntesis, cada turno electoral, exhibe como resultado el fracaso y la decepción. Lo primero, personificado en su dirigencia. Lo segundo, se percibe en la mirada de la mayoría de la compañerada.
Y esa dirigencia, que aun con el pasar de los años incorpora nuevos protagonistas pero, con las mismas mañas, repite incondicionalmente los defectos y errores de la conducción nacional.
Prometen mucho y no cumplen nada. Se rascan para adentro y viven empachados de poder aunque no sepan utilizarlo. Es una constante.
Como también es reiterativo el alzar las banderas de las gestiones nacionales -Néstor, CFK y Alberto- sin siquiera insinuar que la provincia que los vio nacer y habitan, es varias veces segregada de diferentes formas.
A éste Frente de Todos amontonado en Unión por la Patria, donde se destacan y bien viven unos pocos, cada escrutinio les muestra que no son santos de la devoción del pueblo a quien dicen representar.
LA PATRIA, APENAS UN RECUERDO
Para el ciudadano común la Patria es apenas un recuerdo. Para los referentes de “Unión por” es un apelo emocional que le sirve para disfrazar su incapacidad.
En Corrientes, el loteo de candidaturas, es un síntoma de la distribución de porciones de poder relativo. Pero para cada uno de los nominados es un poder efectivo. Les garantiza la permanencia -aunque sea en el borde- y un salario fijo.
Ninguno de ellos puede dar muestras de haber logrado algo. Salvo, el obedecer a ciegas, teniendo oídos y ojos solo para el poder central. Por conveniencia propia.
DATO, NO RELATO
Jorge Antonio ROMERO; Martín BARRIONUEVO; José RUÍZ ARAGÓN; y Germán BRAILLARD POCCARD representan mayoritariamente las voces de una gestión nacional y de una acción local.
Todos ellos no pueden exhibir un resultado electoral aceptable en la capital. El lugar donde se define la contienda por el volumen de su padrón.
Proporcionalmente, algunos dirigentes territoriales del interior, pueden mostrar resultados positivos sea nacional o provincial el turno electoral. Quizá porque la cercanía y la convivencia es más efectiva. Pero, sin entrar en detalles analíticos, la dirigencia de Unión por la Patria capitalina -ocupando y repartiendo cargos- produce un rechazo que se traslada a las urnas.
TERCEROS… HABRÁ QUE MEJORAR
Sin duda, los referentes del PJ, de La Cámpora y del Frente Renovador no admitirán como válido ningún párrafo del presente análisis. Pero la realidad no se discute. Se asume o se modifica.
Nadie podrá decir que estas letras están cargadas de golpes bajos o juego sucio. No se hace referencia a la corrupción; al desmadre económico; al nepotismo -un clásico de éstos dirigentes-; a las excusas permanentes; a la falta de ejemplos.
Tampoco se desgranaron los interrogantes que muchos comprovincianos le gritan con sus silencios y sus votos en contra… Que pueden resumirse en una pregunta directa y descarnada: ¿Cuándo van a trabajar por la gente y por la Patria?
