COLOMBI, SIN ROMPERSE Y SIN DOBLARSE ENCARNA LA MUTACIÓN RADICAL

La mutación radical está en marcha. Sin ponerse colorado, ni doblarse ni romperse, Ricardo Colombi blanqueó su acuerdo secreto con Unión por la Patria

Ricardo Colombi se disfrazó de alquimista y encarna la mutación del radicalismo correntino para convertir el plomo en oro.

Sus afirmaciones con respecto a la actitud a tomar en una segunda vuelta, en caso de que Bullrich no logre ingresar al balotaje, ratifican las versiones -variadas e insistentes- de que íntimamente el veterano ex gobernador le tiene más fe a Sergio Massa que a la alianza Juntos por el Cambio.

La creencia del presidente del radicalismo correntino no es repentina. Surgió y fue creciendo en la medida que sus disimuladas diferencias con Gustavo Valdés se fueron acrecentando.

MUTACIÓN RADICAL

De la mano de Colombi, una sociedad con el peronismo / kirchnerismo / massismo, no es un escenario desconocido. Post intervención de Corrientes (Mestre-Aguad by De la Rúa), el dirigente correntino alcanzaba la primera magistratura provincial en alianza con sectores del PJ, incorporando un peronista a la fórmula.

Y esa tendencia aliancista con la “otra orilla” continuó, no solo personificada en Gustavo Canteros -de origen peronista- que en dos oportunidades fue compañero de fórmula de gobernadores radicales.

También se replicó en “acuerdos no escriturados” con grandes amigos peronistas como Rodolfo Martínez Llano y otros referentes del justicialismo que militaron en el Partido Norte Grande que fuera presidido por su amigo Hugo Vallejos -diputado electo por Eco + Vamos Corrientes-.

Es decir, hay antecedentes de que, para quien preside el radicalismo en Corrientes, asociarse al adversario circunstancial es garantizar la supervivencia del status quo político. En ésta oportunidad, a su entender, amenazado por la irrupción del modelo Milei.

Los dichos de Colombi implican también una posición antagónica con la asumida por Gustavo Valdés que jugó todas sus fichas a Juntos por el Cambio.

Sin embargo, para algunos baqueanos del laberinto radical, ésta jugada a dos puntas fue preconcebida por ambos referentes radicales.

PLOMO EN ORO

El milagro de la alquimia electoral tiene como ingrediente la necesidad de asistencia nacional -de todo tipo- para Corrientes. Quizá por eso Ricardo Colombi pone las manos en la massa, exponiendo una decisión personal para preservar un puente con quien quizá sea el futuro Presidente.

Lo que para algunos correntinos parece un salvavidas de plomo, para el mercedeño, representa la necesidad de amalgamar aunque sea una promesa que vale oro.

Al final de cuentas, las asimetrías de las que vive quejándose Gustavo Valdés, solo podrán disminuir paulatinamente si la relación del gobierno de Corrientes con Nación es más amigable que armoniosa.

ENCUENTROS GENERACIONALES

Sin visibilidad manifiesta pero con discreta asiduidad, los diálogos entre Colombi y jóvenes referentes de Unión por la Patria, transcurrieron en diferentes localizaciones y se extendieron a productivas sobremesas.

Pitín y Germán no lo van a admitir. Pero se comenta que las tertulias cuya temática abarcaba, desde las elecciones presidenciales hasta las provinciales del 2025, fueron el nudo principal de conversaciones iniciales preparando el borrador de una futura coalición.

FAVOR CON FAVOR ¿SE PAGA?

En la política vernácula las internas son permanentes. Surgen y se metabolizan en los laboratorios de las mesas chicas partidarias. Son ensayos controlados que casi nunca ganan la calle y menos la atención del ciudadano común.

Con esa perspectiva no es descabellado imaginar un abanico de inconvenientes que la gestión de Gustavo Valdés podría enfrentar a partir del 10 de diciembre. Si Massa fuera presidente.

Situaciones que de fondo y de forma desgastarían la imagen impostada de buen administrador y líder indiscutido.

Fundamentalmente con un nutrido grupo de intendentes y referentes de partidos aliados que no admiten como válidas la intención de Valdés de imponer a su hermano -intendente de Ituzaingó- como su heredero natural para competir por la gobernación en el 2025.

CADA CUAL ATIENDE SU JUEGO

Lo que Ricardo Colombi no menciona, es que las expectativas de obediencia debida en muchas comunas, son casi nulas. Es decir, no hay garantías de que la dirigencia territorial -intendentes y concejales- direccionen el voto de sus comunidades en consonancia con lo que los miembros de la casta pretenden.

Para muchos dirigentes del interior provincial que tienen bien monitoreado el pulso de sus vecinos, insistir con la muletilla de la discriminación y la autosuficiente correntinidad, es como decirle a la gente que coma chamamé o se cure con payé.

Así las cosas, las profecías autocumplidas del veterano ex gobernador, no cambiarán las decisiones de los electores. Pero sirven de advertencia para el marco interno radical y el universo diminuto que integran los administradores de los más de 40 partidos – pymes que ni siquiera sede propia poseen.

¿Se entiende?

1 Comments

  • Ramon Ricardo Castillo

    Evidentemente esta idea o actitud de Colombi, haciéndose con el llamado de massa a un Gobierno de Unidad Nacional ya fue puesto en práctica por Perón y Balbin, pero quedó trunca por la aparición del golpe del 76, instrumento político y económico de las oligarquías minoritarias y entreguista que hoy sin duda tiene dos caballos en la cancha Milei y Bullrich. Alfonsin también habló de el Tercer Movimiento Histórico, quedando trunco asimismo por la aparición de Menem y su compromiso con la derecha liberal encarnada en su ministro de economía Domingo Cavallo

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