ZDERO Y EL PASADO SIEMPRE VUELVE

Leandro Zdero tiene un pasado que algunos prefieren ni mencionar. El delfín de Valdés fue “alter ego” de Aída Ayala, la ex intendente de Resistencia

Leandro Zdero tiene un pasado, como todos. Algunos duermen en laureles ya olvidados. Otros prefieren esconder los “cardos” que le pinchen el jolgorio de un presente tan anhelado.

Radical con ADN “franja morada”, como arquitecto supo gestar su proyecto “político personal” siendo diputado provincial -3 mandatos-; funcionario nacional -gestión Macri-; y dos cargos ejecutivos en la Municipalidad de Resistencia durante la gestión de Aída Ayala.

ZDERO Y EL PASADO

Aída Beatriz Máxima Ayala tenía en Leandro Zdero su “alter ego“. En el proyecto mancomunado era el heredero. Al punto tal, que a mitad de su tercer mandato, la intendente Ayala -diciembre de 2013- creó un cargo de super secretario para quien sería el candidato a sucederla en el 2015.

Leandro Zdero junto a Aída Ayala

El cargo era la jefatura de Gabinete, un rol con amplios poderes ejecutados con transversalidad, por quien comenzaba a crecer en volumen político.

Con dos años de anticipación, Aída Ayala ungía un ahijado y comenzaba a preparar su campaña con vistas a las elecciones de gobernador en Chaco para el 2015, en las que sería vencida por Domingo Peppo.

La derrota fue el resultado que debió soportar Leandro Zdero ese año a manos de Jorge Capitanich en la pelea por la intendencia capitalina.

Zdero repitió su aspiración en 2019 al cargo de intendente de la capital chaqueña y fue superado por Gustavo Martínez (CER).

RECICLADOS POR MACRI

Como es de praxis ningún político se queda sin empleo. Mauricio Macri designó en diciembre de 2015 a Aída Ayala como Secretaria de Asuntos Municipales de la Nación.

Zdero, también, fue premiado con un cargo a nivel nacional. En marzo de 2016, el ex funcionario municipal y derrotado aspirante al ejecutivo municipal, fue designado como Jefe Regional de ANSES Nordeste.

En diciembre de 2017 dejó el cargo para asumir como legislador provincial. En 2021 refichó y logró su reelección.

EL PASADO…

La ingeniera Aída Ayala y su jefe de Gabinete Leandro Zdero, adjudicaron un contrato por ocho años, prorrogable a cuatro años adicionales para el servicio de recolección de residuos a una firma vinculada a su jefe de campaña, Daniel Fischer.

El orden cronológico de los hechos, ratificados por instrumentos administrativos, abarcan un periodo donde Zdero tenía firma y responsabilidad sobre las decisiones a tomar.

Llamado a Licitación Pública N° 10/2014 mediante Resolución 255 del 17 de febrero de 2014 y apertura de sobres de ofertas para el 14 de marzo de 2014. La adjudicación de la licitación se produjo mediante Resolución 778 del 30 de abril de 2014 a la empresa PIMP S.A., única oferente que no poseía ningún bien que garantice el cumplimiento del objeto licitatorio, ni tampoco experiencia acreditada para ejecutar el contrato derivado de la oferta. Es más, la firma fue constituida por familiares directos del jefe de campaña de la entonces candidata a Gobernadora de Cambiemos, Aída Ayala.

La investigación judicial arrancó en 2018. Aída Ayala, diputada nacional por Cambiemos, enfrentaba una causa que la tenía como protagonista en su rol de intendente de Resistencia.

Pero también debía rendir cuentas a la justicia por una supuesta “defraudación al Estado” vinculada a sus funciones como secretaria de Asuntos Municipales del Ministerio del Interior en la gestión Macri.

NI OLVIDO NI CONDENA

El periodismo no juzga ni condena. Para eso está la Justicia. Sin embargo, colaborar a que la memoria no se diluya hasta convertirse en olvido, es un aporte a los intereses de la ciudadanía.

Los políticos en la Argentina tienen el mismo grado de consideración que los estafadores y embusteros ante los ojos de sus compatriotas.

No hay rincón de éste vendito país donde un funcionario o político no esté vinculado a actos de corrupción. Desde la cúspide de la pirámide, presidencia de la Nación, hasta la extensa base de punteros o referentes son sujetos bajo sospecha.

Algo no funciona. Porque la renovación o la exclusión no se operan y, la oferta de candidatos es casi siempre, sino igual muy parecida.

Fácil sería culpar al que elige. Pero, aun con defectos y errores, la democracia garantiza cada dos o cuatro años que el ciudadano ejercite su memoria.

Y hablando de memoria y políticos sería reconfortante que Leandro Zdero no olvide que, si algo hizo mal -por error u omisión-, ahora tiene la oportunidad que su conciencia le concede, de redimirse.

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