Arribó a Corrientes hace minutos, el ministro Jefe de Gabinete, Marcos Peña Braun. El funcionario nacional no va a inaugurar ninguna obra, tampoco realizará anuncios trascendentes. Gustavo Valdés, gobernador de la provincia, hará de anfitrión durante la visita del “alter ego” del presidente Mauricio Macri.
Marcos Peña en campaña, llegó a Corrientes para ratificar una vez más un conjunto de promesas incumplidas. De paso, va a visitar la mega obra que el ex gobernador Colombi planificó y Valdés está ejecutando: las sedes nuevas del IPS, el IOSCor y el Banco de Corrientes. Solo por casualidad, la empresa adjudicataria de la obra, Panedile, estaría involucrada en la causa de los “cuadernos”. Pero eso es apenas un detalle folclórico, la corrupción al final, forma parte de las costumbres argentinas y correntinas.
PREGUNTAS PROHIBIDAS
Se anunció una conferencia de prensa conjunta, que brindarán el ministro nacional y el titular del poder ejecutivo local. Valdés y Peña Braun. Con seguridad no van responder ninguna pregunta con respecto al sonado caso que involucra a un Concejal -Nelson Lovera-; al Jefe del Plan Belgrano -Carlos Vignolo-; al reconocido empresario de medios -Juan Ignacio Botello-; y por responsabilidad directa al Jefe de Gabinete, con respecto a la Contratación Directa de una “empresa” creada a los efectos de brindar servicios audiovisuales.
Marcos Peña es un funcionario con amplios conocimientos en materia de gestión administrativa y conoce como pocos las normas que la actual gestión impuso para dotar de transparencia y legalidad a cada acto de gobierno, sobre todo en materia de contrataciones. Sin embargo, aparentemente, se ha pasado por alto que el concejal Nelson Lovera, no puede ser proveedor del Estado -en ninguno de los niveles-, violentando de ésta forma las normas que el mismo Marcos Peña destaca como una bandera de la gestión.
Hasta el momento, a pesar del abundante material probatorio, publicado en medios de todo el país, ningún funcionario judicial se hizo eco de la maniobra ilegal, y tampoco los integrantes del concejo capitalino siquiera han “amonestado” al concejal Lovera, hoy devenido en empresario y proveedor del Estado.
