ALGO PASA EN EL SENADO

Algo pasa en el Senado y las vacaciones no serán tan tranquilas. Pedro desesperado, salió a inaugurar “comités populares”, porque no hace pie. La “bancada” oficialista ni siquiera pudo “acordar” los candidatos a autoridades de la Cámara. Y por si fuera poco -y son pocos- los senadores de la oposición tiene cada uno su “proyecto de poder” muy personal y con interlocutores diferentes de la “otra orilla”…

En la última sesión ordinaria quedó en evidencia que algo pasa en el Senado provincial. Si bien el Presupuesto de Valdés pasó sin problemas por el recinto, la coyuntura política interna del radicalismo correntino se mostró desnuda y descarnada al no “acordar” la integración de autoridades del cuerpo senatorial.

Es decir, los mandatos de vicepresidentes del cuerpo de Henry Fick y Víctor Giraud quedaron prorrogados hasta el inicio de las sesiones ordinarias del año venidero -marzo 2023-.

NO HUBO CONSENSO NI A MARTILLAZOS

Así queda demostrado en el video cuando el senador Diógenes Gonzáles confirma “no hay consenso señor presidente para abrir la discusión… solicito sea postergada la discusión”. A lo que Braillard Poccard, presidente del cuerpo, interroga “¿Pasamos a cuarto intermedio entonces? …. Sí, pasamos a cuarto intermedio o prorrogamos… Bien no habiendo moción se procede a dar cerrada la sesión”.

ALGO PASA EN EL SENADO

Mientras los bloques, oficialista y opositor, dejaron ver sus diferencias disimuladas y sus coincidencias fingidas, el Vice salió a construir “masa crítica”. Con el pensamiento puesto más en la inauguración de “comités populares”, el líder del PPC timoneó la última sesión ordinaria sin sobresaltos… Aparentes.

Pedro Braillard Poccard, navega aguas mansas rumbo a una catarata de interrogantes. La última sesión ordinaria concluyó con la aprobación del Presupuesto Valdés que ya tenía media sanción de diputados. Pero, faltaba el “doy fe” de los escribanos senadores para que sea Ley, como Dios manda.

Apremiados por la inconveniente programación del partido Argentina vs. Polonia, entre chicanas y bromas, oficialismo y oposición hicieron uso de la palabra tan solo para ratificar la esencia del “relato” de ambos espacios políticos.

Nada hacía presagiar que la elección de autoridades, tema ineludible, quedaría en un lacónico “no hay acuerdo” expresado entre dientes por el senador radical Diógenes González.

Así fue como el mundillo político se enteró que, en el Senado, pasaban cosas.

RUMBO AL 2023

El Partido Popular Correntino, liderado por el vicegobernador Pedro Braillard Poccard, tiene la necesidad de mantener -por lo menos- el mismo caudal electoral que el obtenido en las elecciones provinciales dé 2021.

En su “mesa chica” -ultra chica- vislumbran que será difícil. El motivo de ese pronóstico reservado, esta sustentado en que los votos obtenidos aquel 29 de agosto de 2021, eran más producto de un apoyo “exitista y con expectativas“, al ser Braillard Poccard compañero de fórmula de Valdés.

Hoy, verano de por medio y a las puertas de una elección de medio término en Corrientes, las huestes que conduce el “eterno” funcionario, candidato y demás yerbas, necesita de una “impronta” creíble y de “nombres” nuevos.

La estrategia escogida fue salir de recorrida por el interior e inaugurar la mayor cantidad de “sedes partidarias”. Incorporar la mayor cantidad de jóvenes a la acción política y “remozar” la imagen de circulo cerrado predominantemente familiar que el partido se encargó de cimentar repitiendo siempre los mismos candidatos en todas las ocasiones.

No es un secreto que el exilio de “referentes” con peso electoral, presencia territorial e historia política propia, deja al PPC sin “masa crítica”. Es decir, lo que permanece es un conjunto de “seguidores” archiconocidos que ya no convencen. Por el contrario, provocan el rechazo de la oferta electoral partidaria que se convirtió en más de lo mismo, emulando a otras expresiones electorales que además de un sello partidario y de una parcela de poder son casi una PyME familiar.

Para cambiar esa imagen, Braillard Poccard necesita, como dicen “mentir un poco más a la gente que no lo conoce ni tuvo que aguantarlo en carne propia”. Y quizá el foco más accesible sean los jóvenes sin experiencia política, llamados a ser la “renovación”.

LA MINORÍA DESCONFÍA…

Los escasos senadores del Frente de Todos, desconfían hasta de la sombra de sus propios pensamientos. Es que lo discursivo no se corresponde con sus acciones en ninguno de los escenarios legislativos -incluyendo el Concejo Deliberante capitalino- cuando ser oposición es una cosa y, parecerlo es otra.

Están más preocupados en buscar instalar “trincheras” para sobrevivir a la avalancha de votos que el oficialismo radical y aliados calcula obtener en las legislativas provinciales del 2023.

Además, la falta de definición respecto a la “interna” del PJ correntino, es una navaja de doble filo. Por un lado mantiene el status quo; y por otro, exhibe la falta de representación real que los cuatro senadores de la oposición significan.

La renovación de las bancas de Carolina Martínez Llano y Víctor Giraud, dependerá de la capacidad de negociación encarada a título personal.

Martín Barrionuevo y José Ruíz Aragón, cada uno por su lado, intercambian señales con líderes y operadores del oficialismo gobernante en la provincia.

Y no son “señales de humo”. Se interpreta que parecen más “señas de truco”, en donde no siempre el gesto tiene que ver con las cartas que uno tiene en la mano. Para colmo, en las artes del juego de naipes, los mentirosos se suelen dar bien.

Lo cierto es que, ambos, están construyendo puentes que les provea de ayuda “extra partidaria” por si se produce el milagro, de concretarse la interna del PJ autóctono en el 2023.

NO HAY ACUERDO

La ausencia de consenso para designar a quienes ocuparían la Vice 1ra. y Vice 2da. fue el síntoma inequívoco de que “algo pasa en el Senado”.

No es un dato menor que los 11 senadores del oficialismo no hayan materializado un gesto de concordia repartiéndose el poder que implica ocupar roles expectantes en el orden de sucesión.

La discordancia no está relacionada a quien reemplaza al vicegobernador en la conducción de las sesiones o en las tareas de administración del cuerpo. Tienen estrecha vinculación con la antesala de un año electoral -2023- y la cada vez más presente posible “reforma” de la Constitución provincial.

Si algo pasa en el Senado provincial, es porque en el radicalismo -la bancada de once senadores oficialistas- se juega algo más que una elección “intermedia” a nivel local. Y lógico, hay muchos pájaros observando el nido ajeno, ante la pronosticada tormenta que genera entre “halcones y palomas”, la elección presidencial.

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