Los autonomistas correntinos resolverán sus diferencias en la Justicia. Intervención o prórroga de mandatos, ambos escenarios, prolongan la crisis
Los autonomistas correntinos quedaron en el limbo. Es decir en el límite. La fractura ya está expuesta. Una más y de consecuencias imprevisibles.
UNA HISTORIA CON VARIAS VERSIONES
El seno partidario contiene dos sectores antagónicos. Cada uno con sus justificaciones han pretendido imponer una impronta. Parece ser que, las crisis internas recurrentes, terminan indefectiblemente en quiebres del orden político e institucional partidario.
La Convención del 16 de marzo, con un quorum ajustado (no más de 50 convencionales), sirvió para que la diputada Silvia Galarza prolongara la agonía. Secundada por la mayoría, logró imponer una prórroga de mandatos por 180 días.
Mientras se materializaba un hecho político, la diputada y los que están consustanciados con el padrinazgo de Gustavo Valdés, tenían conocimiento de una intervención que ya estaba decidida.
No fue casual que José Romero Feris hijo y Guillermo Harvey no estuvieran presentes. Ambos renunciantes a la conducción del Partido, no legitimarían con su presencia, una Convención que representaría el último acto de rebeldía.
AUTONOMISTAS CORRENTINOS SIN AUTONOMÍA
El 11 de marzo José “Pocho” Romero Feris decidió la intervención del Partido Autonomista -Distrito Corrientes- por 180 días.
Es decir, días más días menos, el mismo plazo que la Convención había fijado para la prórroga de mandatos.
No hay dudas que la ausencia de diálogo entre ambos sectores precipitó las decisiones “institucionales” tomadas en Buenos Aires y en la Convención local.
Suena raro, pero los autonomistas se pelean por la “autonomía“.