DAÑOS COLATERALES DE LA INTERNA RADICAL

Los daños colaterales de la interna radical agitan el tablero político correntino. En la UCR hay blancas y negras. Desde afuera hay varios alfiles eligiendo piezas. La partida de ajedrez es entre maestros y quizá termine en tablas

La crisis interna del radicalismo dejará daños colaterales. Está en juego el poder. Significa que habrá, como en toda disputa, vencedores y vencidos; traidores impensados y aliados de ocasión; viudas y huérfanos o hasta nuevos parientes.

La Convención no generó sorpresas pero sí aumentó las incertezas. La UCR correntina cumplió a medias. Fue una decisión de ocasión. Mantuvo las formas, por la mitad. Escondió sin disimulo la cuestión de fondo, optando por descabezar el Comité Central. Pero ni las formas ni el fondo sustituyen a la sustancia.

APENAS UN ACTING NARCISISTA

Valdés tradujo en hechos lo que su espejo le decía. Casi una parodia de la bruja de Blancanieves: “Espejito, espejito ¿quién es el líder de los radicalitos?

Con espacios vacíos y una concurrencia menguada, quedó la sensación de que ni los colectivos de ERSA -a disposición-; ni las órdenes al personal de diferentes organismos para que concurran al mitín; más el poco interés de los propios, que obligados interpretaron el rol de actores secundarios, consiguieron darle vida a ese cuerpo sin alma.

Tampoco la curiosidad enfermiza, que atrae a muchos, a un evento donde el voltaje de las discusiones civilizadas pueden sucumbir a reacciones violentas disparadas por la pasión. Nada. Apenas un resultado númerico que etiquete la hegemonía. Conste en actas.

EL CIRCO VALDECIANO

Si el emperador pretendía que uno de los gladiadores que se animó a desafiarlo concurra al circo para ser mansamente ridiculizado, se equivocó.

Su majestad se confunde pensando que el luchador va a arrastrarse en la arena para soportar agravios y burlas de los valdecianos de turno.

Con una oportuna actitud, la ubicuidad , el “atrevido” Ricardo Colombi consiguió que una crisis interna no se convierta en un espectáculo dantesco. Fue útil a la esencia de la política. Las guerras también implican, que no se concreten las batallas.

Es decir: inteligencia; estrategia; diálogo y consenso, también son armas propicias. Pero, no cualquiera las posee y aún teniéndolas, no saben utilizarlas.

SALOMÓNICO A MEDIAS

La decisión de la Convención representó un gesto de ecuanimidad dosificado. Entre dos posturas, a cada una, había que darle una porción de razón.

A Ricardo Colombi se le respetó el cronograma de elecciones internas versión mayores. Pero lo contradijeron en lo referente al mismo tema en lo atinente a la Juventud Radical. O sea, un poco sí. Todo no.

En cuanto a la prórroga de mandatos, lo resuelto fue más quirúrgico. Extirparon los órganos de decisión auxiliares (Comité Provincial; los Comités de Distrito; el Plenario de Presidentes de Comités de Distrito) y conservaron la Convención.

Es obvia la intención de erradicar los liderazgos que, como integrantes de esos cuerpos deliberativos, son los primeros en tratar y decidir la casi totalidad de las cuestiones del Partido.

Ahora todas las decisiones, las importantes y las rutinarias, deberán tratarse y resolverse en la mesa chica de las autoridades de la Convención. Quizá hasta sujetas a la aprobación o no, del máximo órgano colegiado. ¿Se constituirá la Convención en asamblea permanente?

EL XBOX SERIES DEL RADICALISMO

Con Gustavo Valdés dejaron la Play Station y pasaron a usar la XboxSeries. Modernización tecnológica (¿y política?).

Un bombardeo de selfies y redes sociales. Inmediatez y accesibilidad. Y aunque la gestión sea minúscula, si el pueblo no lo entiende, mejor.

Es el modus operandi imperante. Todo lo demás, en política, es propio de los dinosaurios.

DAÑOS COLATERALES

Dentro del radicalismo la sensación de quiebre ya no es tal. Ahora, la ruptura está confirmada. Gustavo Valdés va por todo. Ricardo Colombi, también.

Mientras tanto miles de afiliados se preguntan ¿no se dan cuenta que se pone en riesgo la tutoría radical que ya cumplió la mayoría de edad como cabeza de gobierno?

Ante esa duda existencial también se posicionan los aliados. Si hasta ayer había incertidumbre, ahora afloran el recelo, la vacilación y el pánico.

Los líderes de los más de cuarenta partidos que integran ECO, deberán interpretar sin chance de una segunda opción ¿con quién hablar; con quién acordar; cómo confiar?

No es menor el debate interno y externo. La mayoría de los aliados no toman decisiones propias. Nadie sabe que es más conveniente: si sacar el pié del plato o ser lo único comestible que quedó dentro de él.

En las actuales circunstancias, en cada socio de ésta alianza, comienzan a surgir los reclamos e insinuaciones.

Desde las “bases” hacia la dirigencia, los murmullos irán increscendo. Serán reiterativas las quejas porque los radicales son egoístas; malos pagadores; no cumplen los acuerdos.

En definitiva, la oportunidad puede generar ansias de libertad. Pero total. Y no la condicional y selectiva que hoy los esclaviza.

ESPERANDO VER EL FINAL…

La novela del radicalismo correntino tiene una trama atrapante. De ahora en más será fundamental no perderse ningún capítulo. Cada protagonista tiene su argumento aprendido de memoria.

Pero el final. El epílogo, señoras y señores, podrá ser un acta de capitulación firmada a las apuradas. O el parte de guerra con el correspondiente informe de bajas y heridos…

Claro, si y solo si, queda algún sobreviviente para redactarlo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Verified by MonsterInsights