Los radicales deciden al límite de lo reglamentario y de sus necesidades. Será el lunes 29 cuando se reúna la Convención provincial para elegir autoridades, o prorrogar mandatos, y consensuar un cronograma de elecciones internas que podrían realizarse en octubre
La interna solapada tomó estado institucional y los radicales deciden al límite de su normativa y con la obligación de garantizar la supervivencia en el poder.
Que las chispas no provoquen un incendio es la consigna que presiona sobre los intereses personalistas de quienes no admiten ser excluidos del ejercicio del poder.
Más allá de las formas o los medios, hay muchos que no quieren salir y otros tantos que pretenden sacarlos. Pero, no hay lugar para todos.
RADICALES DECIDEN AL LÍMITE
Con margen estrecho, a días del vencimiento de mandatos, los radicales correntinos deberán honrar sus reglas y hasta su carácter democrático el próximo lunes 29 de abril.
La Convención, reunida fuera de su hábitat institucional -la sede central de la UCR-, sesionará para abocarse a una cuestión trascendental: la designación de las autoridades partidarias o una prórroga acotada de los actuales mandatos.
Un primer tema que permitirá la prosecución del mitín. Sin acuerdo o definición en esa cuestión, todo lo demás quedará en veremos.
El vencimiento de los mandatos de las actuales autoridades que opera el 12 de mayo le imprime urgencia y dramatismo a ésta lucha por el poder. Una descripción real de peso que empequeñece la formal definición de un “acto natural en la vida democrática del partido“.
EL TIGRE O EL MONO ATIGRADO?
Para entenderlo hay que volver a leer:
En el año del Dragón de madera -2024-, Gustavo Valdés formalizó su último “golpe de gestión” como anfitrión de la provincia, donde se inauguró el mayor y más moderno aserradero “Acon Timber” de América del Sur.
No se le puede negar una acertada visión de futuro. Pero, su exacerbado personalismo y ambiciones desmedidas devaluaron el poder que influye y aglutina.
El gobernador no está en condiciones legales ni políticas de que se considere el contenido de su mandato. Está en su último año efectivo de administración. En el 2025 todo tendrá un tinte electoral.
Las consideraciones previas son la continuidad de las consecuencias de sus acciones desde el 2022 hasta aquí. El poder le fue otorgado en préstamo. No supo entenderlo.
Querer todo a cualquier costo suele provocar celos, resquemores, deserciones y hasta envidia. En ésta situación particular, las reacciones de aliados, pares o subordinados están sujetas al juicio y no a la pasión.
Ningún político recto busca la total concentración de las decisiones determinantes. Valdés es político, aunque le falta una materia para diferenciarse de otros que son aviesos y hasta más nocivos para quienes indulgentemente, ignoran las señales.
EL CARPINCHO AGITA LA LAGUNA
La postura de Ricardo Colombi no difiere demasiado de su ex cachorro de tigre. El más poderoso de los capibara autóctonos, quiere más. Siempre.
El actual presidente del radicalismo correntino tiene intenciones de volver a ocupar el lugar que más valora de toda su actuación pública. La gobernación .
Sin embargo, las circunstancias más que la experiencia, le imponen priorizar la permanencia del radicalismo en el poder. En general, pero no en particular, todavía no le surgen opciones confiables o convenientes que puedan representar y respetar sus intereses.
Pero también, no tiene problemas en compartir la laguna, el asado, y hasta la boleta con antiguos aliados -hoy adversarios-. Aún cuando esa opción implique jugar con otra camiseta.
AGAZAPADOS Y AL ACECHO
En ambos sectores internos de la UCR hay herederos autopostulados. Para Valdés más que para Colombi, esas figuras no captan la transferencia de votos que cualquiera de los dos líderes radicales cuentan como propios.
“Juanpi” Valdés genera un rechazo generalizado. A pesar de que su hermano, el gobernador, confía en que el éxito electoral del sucesor está sujeto a su persona, gestión y decisiones impartidas como órdenes.
Es obvio que descartar algunos nombres, redundaría en una muestra de ignorancia de la realidad que es -se dice- la única verdad.
Por eso y fundado en razones, cabe tener en cuenta a Sergio Flinta; Henry Fick; y hasta Eduardo Tassano. ¿Por qué no también a “Peteco Vischi? A quién se le atribuye un “por ahora no“, que además de sonar convincente, representa una opción firme en el 2029.
LA BITÁCORA DE LA CONVENCIÓN
Volvemos al inicio, los radicales deciden al límite. Se especula que antes de dar formalmente inicio a la Convención, el “acuerdo” sobre el rumbo de las deliberaciones, estará consensuado.
Gustavo Valdés pretende que se elijan las autoridades en el acto. Ricardo Colombi prefiere que se prorroguen los mandatos hasta la consagración de los electos en las elecciones internas que podrían realizarse en octubre.
La rosca previa mencionada definirá que sector tiene más apoyo. Pero, eso no implica que la postura respaldada tenga directa incidencia en las futuras decisiones, por ejemplo: la elección de candidaturas para el 2025.
Si no se alcanza un consenso amplio, algunos referentes analizan la posibilidad de solicitar la intervención del distrito.
Hasta el lunes 29 hay tiempo para construir opciones. Sobre todo si las mismas promueven un radicalismo unido en Corrientes. Si no surgen, la fractura, repetirá un escenario ya vivenciado.
El partido no es un bien de familia y mucho menos hereditario. Es hora de las nuevas generaciones y los históricos, a la jubilación y cada uno en su comite asesorando a la nueva sangre Radical.