EL LABERINTO DE COLOMBI

El presidente de la UCR local deambula por el laberinto de su propio destino. Colombi ya no sabe que hacer para volver al protagonismo. El caudillo sin territorio no se resigna a ser un líder institucional y punto

Ricardo Colombi anda intentando salir de “el laberinto“. Acelera. Trastabilla. Asume roles conciliadores. Se devanea -ingenuo- postulando que esta listo para volver.

No pierde ninguna chance de expresarse en los medios. Pero, siempre con la condición explicita de que los periodistas, sean amigos. O porque no, serviles. Al final, lo que menos importa es el “entrevistador“. Colombi se ilusiona con ser protagonista, aunque más no sea marginalmente.

Dejó de ser regente. Pasó a ser “gerente” institucional de la UCR. Es un rey sin reinado. Un caudillo sin territorio. Y peor, con una acentuada mengua de seguidores fieles. El tiempo pasa y, lejos del poder, transcurre relegándolo a segundos planos.

EL LABERINTO

El ex gobernador por ahora sueña con volver en el 2025. Mientras tanto, su rol de senador, le deja tiempo para recorrer los caminos de la provincia como si fuera un servicio de “correo privado“. En su dedicado servicio postal llega a los lugares más recónditos y hace entrega “en manos” de su mensaje personal.

Sin embargo, el contenido de sus palabras suena a mboyeré* en los oídos de la dirigencia territorial del interior profundo de esta tierra sin mal.

Antes, cuando hablaba, sus interlocutores lo escuchaban con admiración. Hoy, “whatsapean“, espantan las moscas, juguetean con su “cuenta ganado“, se pasan señas sin disimulo como si fueran compañeros en una partida de truco.

Nadie entiende bien quien habla y que dice. Es decir, parece que el “caudillo” no solo perdió la presencia, sino también atraviesa una crisis de identidad. Esa dualidad que, desnuda impacta, queda flotando en el aire sustentada por el mensaje -autoría del gobernador Valdés- y la impostura del senador que todavía se considera “el jefe“.

Para esos “punteros del poder” la obligación manda y el honor hace lugar, lo reciben y lo escuchan, sin que eso signifique que el mensajero emane poder. En todo caso, rápidos para interpretar los vientos de cambio se acomodan a la situación, conscientes de que el poderoso atiende en la Capital.

(Nota del editor: el vocablo guaraní mboyeré significa mezcla de cosas sin orden aparente, mejunje, enredo, revoltijo.)

EN BUSCA DEL PODER PERDIDO

El ex gobernador se mimetiza con los mensajes de moda y los recita sin mucha convicción. Ahora, medio ambiente y sustentabilidad forman parte de su discurso. Hasta se anima a hablar de la macro economía. Pondera el turismo y el deporte.

Fiel a las contradicciones que lo aquejan -¿será por el laberinto?- se olvida que el “turismo” está circunscripto al Iberá y los negocios que sus correligionarios pudieron concretar.

Evita aclarar que los logros deportivos visibles -y costosos- se limitan a la inserción de los clubes -básquet y fútbol- que están “copados” por políticos devenidos en dirigentes. Dicho sea de paso, subvencionados generosamente con recursos monetarios del Estado.

Si por el medio ambiente y la sustentabilidad tuviera apego, le cabe el sayo por la impericia o desinterés que los gobiernos –el suyo propio y el de su hijo putativo– demostraron al no planificar, organizarse, prevenir, equiparse y entender los potenciales riesgos que implicaron la sequía y los incendios.

Colombi se enreda en sus pecados propios intentando volver a ser lo que nunca fue. Habla de la macro sin siquiera haber entendido y atendido la micro economía. Se contradice enumerando los “parques industriales” que hasta hoy no terminan de arrancar.

Se babea recalcando el éxito de los “ganaderos” sin entender que ese producto primario genera escasos puestos de trabajo y que la materia prima viaja en camiones jaulas hacia otras latitudes para que le den valor agregado. Por accidente menciona a los frigoríficos correntinos, sin enumerar cuántos, dónde y quién los explota.

In pectore está el conocimiento de que algunos de esos frigoríficos son meras “maquetas” de utilería. Y, donde se faena -mataderos municipales-, no siempre las normas son respetadas. Ergo, se produce ganado, no CARNE.

El ex habla y habla. Busca incansablemente posicionarse como eje de un contexto de poder del cual ya fue excluido.

COMO EL CARPINCHO

Quizá valga la pena reproducir el comentario de un dirigente capitalino que dijo “Colombi es como el carpincho, ya no es útil, pero hay que protegerlo“.

Le dieron la reelección como presidente de la UCR, pero no el “poder de decisión“. En su partido los órganos colegiados le van a provocar muchos dolores de cabeza. Es la democracia a dedo, pero el que apunta su índice hoy, es otro.

De nada le servirá recorrer las radios para ser entrevistado por sus “periodistas” afines/amigos/facturadores, donde le está permitido divagar sobre la conveniencia de volver al sistema de elección indirecta para elegir Presidente de la Nación -por Colegio Electoral-.

Ni siquiera su sombra lo toma en serio cuando se refiere al “voto joven” y la “paridad de género“. Nadie ignora que el “carpincho chapotea en la laguna” y quizá sea su único recurso, agitar las “aguas” para sentirse importante. Pero, a pesar de sus amagues caprichosos, ambos proyectos serán Ley.

AL MAESTRO… UNA MANZANA

Si en algunas oportunidades el animal político dio cátedra, su historial plagado de errores lo condena. No tendrá el privilegio de integrar un consejo de ancianos, pero por lo menos lo jubilarán con honores por su aporte a la docencia.

Hoy, convertido en “formador” de líderes se explaya pregonando la “capacitación” de la clase política. Es decir, futuros gobernantes o legisladores, aprovechen que con fondos públicos los adoctrinarán y tendrán más chances de ocupar un lugar en las “listas”. Y de yapa, un diploma.

Es evidente la estrategia de “círculo cerrado” -pergeñada por Colombi- base del armado de un selecto grupo: figuras repetidas y eternas en cargos y funciones. Sin embargo, para darle aires de institucionalidad, el “maestro” enarbola la bandera de los políticos profesionalizados.

La multifuncionalidad de la cúpula que Colombi sembró les dio a los correntinos el privilegio de tener legisladores que hace más de veinte años ocupan una banca. Ministros que son irreemplazables. Intendentes que de no ser reelectos tienen un lugar “asegurado” en la estructura privilegiada del Ejecutivo.

No podía faltar una contradicción y por eso el “maestro” avaló y apadrinó el surgimiento de artistas, payasos, chamameceros, deportistas y empresarios como fieles exponentes de esa clase política “formada y capacitada” para la gestión. ¿Hace falta dar ejemplos “nominales“?

NO PIERDE LAS MAÑAS

La “cruzada mediática” que ejecutó la semana pasada sirvió para ponerlo otra vez en línea. Aunque el contenido de sus declaraciones estuvieron teñidas de retórica y contradicciones.

Parafraseó a José “Pepe” Mujica -ex presidente uruguayo-, pero ni por asomo se puede poner a su altura. Sencillez y humildad no son características del reelecto presidente del radicalismo correntino.

Férreo defensor del federalismo, su discurso para la tribuna, solo puede ratificarse en el inexplicable hecho de que hace 20 años todavía hay funcionarios cordobeses en cargos claves de la administración gubernamental de Corrientes.

Cargó las “tintas” en un ensayo analítico, cuestionando que La Matanza -distrito del conurbano bonaerense- tenga más peso electoral que la provincia de Corrientes. Quizás olvidó que muchos de los conglomerados poblacionales de la provincia de Buenos Aires son el resultado -en parte- del éxodo de correntinos que fueron en busca de mejores oportunidades.

Su disfraz legalista se erosiona sin medias tintas cuando recalca el nivel de institucionalidad y seguridad jurídica local, sin poder explicar los motivos de las intervenciones eternas a los entes autárquicos provinciales.

Con énfasis utilizó reiteradamente el vocablo democracia. Contradictorio, su nivel de hipocresía quedo expuesto cuando afirmó que “las candidaturas al senado provincial son exclusividad del radicalismo“, sentencia que habilita a pensar que la UCR es propietaria excluyente de cargos electivos. ¿Los socios de la Alianza gobernante reaccionaron? Nada. Silencio conveniente y a la fila.

En síntesis, Ricardo Colombi, apareció en los medios para ratificar que el liderazgo ya no está en sus manos. Por ahora, lo único que maneja -condicionado-, es un sello.

1 Comments

  • Roberto Luis Sotelo

    Colombi se olvida que su gobierno se caracterizó por el nulo apego a las leyes, no le importó nunca estar a Derecho, fueron y son eternos violadores de la normativa jurídica y de la Constitución, el Estado de Derecho y la seguridad juridica no existieron en sus mandatos, se quedaron hasta el dia de hoy de forma ilegal con la Cooperativa Eléctrica Lomas de Empedrado, la confiscaron, la robaron con fines políticos apoyados por un poder Judicial corrupto como ellos, de que puede vanagloriarse Colombi ??? verdaderos delincuentes y mafiosos que se enriquecieron con el poder

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