La interna peronista autóctona deberá esperar porque la dirigencia del peronismo correntino esconderá las urnas
Es inevitable, la coyuntura nacional y local obliga a los compañeros a esconder las urnas. La cúpula peronista correntina no tiene la menor intención de entregarle a las bases la posibilidad de elegir la conducción partidaria después de tantos años de intervención. Mucho menos ahora, que los caciques están en el llano.
Los legisladores nacionales y provinciales; los intendentes y concejales; y algún que otro funcionario que todavía sobrevive a la motosierra libertaria, están parapetados en la estrategia de mantener el status quo: somos todos los que estamos y nadie más.
ESCONDER LAS URNAS
Todos los compañeros cabezones que tienen la “dieta” asegurada son concientes que no es momento de malgastar la suya. Dicen por lo bajo “mejor consensuar y acordar una lista única”.
Algunos lo toman con reparo, ya sea porque tienen aspiraciones válidas o no les cabe la posibilidad de ser reelectos.
Es que si la lista de Unidad se conforma con los mismos de siempre, los que en el 2025 quedan “descalzos” sospechan con razón que la lista de candidatos a dedo, premiará parientes y amigos.
ESPEJO DEL PJ NACIONAL
Ni el Frente -que ya no es de Todos- ni la Unión -que fue por otra cosa y no por la Patria- contienen hoy a las expresiones más nobles del peronismo auténtico. Además, generacionalmente, hace rato se convirtieron en “camporistas”, “kirchneristas”, “intermediarios sociales” y algun otro tipo de mutantes (Urtubey, Camau Espínola, Pichetto, Scioli y varios más).
Al abstemio que seguro no irá preso ya le pidieron que no vuelva. La condenada tiene un año movidito y le quedan pocas excusas. A su heredero lo miran de costado en lo que él cree es su territorio. El economista (filo comunista) no se puede parar en puntas de pié para ser el líder, más que nada porque su gestión gubernamental está en llamas.
Quedan otros tres tótems. Massa que ya no mide ni para chipácuerito (torta frita). Los referentes sociales que están sospechados de hacerse millonarios gracias a los desposeídos. Y los que de alguna manera tienen un “corral” para mostrar: los gobernadores peronistas.
Ante ese panorama, el armado peronista local tendrá más parecido con una reunión de massones, que con la cúpula de un movimiento nacional y popular. Si el General los viera…
ESTOS VIEJOS CONOCIDOS
Hay un grupo de referentes que militan el peronismo o que fueron sus socios -¿seguirán siendo?- que buscan un salvoconducto para acercarse a la gestión Milei.
Otros, prefieren observar los movimientos de Ricardo Colombi. Se sospecha que sería el único capaz de convocar y contener a algunos peronistas en una reedición del Frente de Todos tal como aquel que lo llevó a ser gobernador por primera vez.
Y también están algunos filo peronistas más proclives a la mutación, que no dudarían un segundo en armar un “cuarto espacio“. Chiquito. Pero dicen, cumplidor.
COMIENDO PORORÓ
Vale la salvedad, éste subtítulo lo adoptamos de una expresión de una peronista auténtica. Joven y con mucha garra. Pero ¿alcanzará sólo con eso?
Lo cierto es que hay muchos anti oficialistas -del mileísmo- que están viendo pasar la dramática película de la realidad mientras comen pororó. Es cierto, la gestión de Javier Milei tiene una sucesión de eventos que se asemejan a tirarse una granada en el propio pie. Pero, los que fueron oficialistas hasta el año pasado, se olvidan que son los padres de la criatura.
