El PJ correntino deambula en un laberinto. Sin saber para dónde ir ni a quién seguir los “compañeros” se preparan para otra derrota. Los “dirigentes” ya no tienen ni cabeza
El PJ correntino trastabilla entre la niebla. Sin la mínima señal de “renovación” o “cambio”, más la improbable concreción de una interna “ordenadora”, la agenda política es: mantener el metro cuadrado; hacer señales de humo; y mirar a Buenos Aires.
SIN RUMBO Y SIN GUÍA
Se apaga el 2022 y para el PJ correntino los hechos destacados son la confirmación de que cada uno lleva por lema el “sálvese quién pueda”.
La realidad, que es la única verdad, instalará en el olvido el desempeño de los legisladores nacionales, provinciales y concejales que no terminaron de entender que política seria, también se hace estando en minoría.
En ese escenario, ninguno podrá salir en busca de su reelección sin un “apoyo” manifiesto de cualquier figura nacional partidaria.
Es decir, si no conducen, serán conducidos. Y, quienes son dirigidos, por lo general no eligen un rumbo.
UN CIRCULITO ITINERANTE
La mesa chica del PJ correntino no tiene ámbito fijo. Se desplaza a diferentes escenarios, en función de qué dirigente se sentará a “dialogar”.
Sin embargo, más allá de que la escenografía cambie, los actores principales -que no superan la media docena- casi siempre dan el quorum para mantener el status quo.
Así, presiones y contra pesos, pasan por las estrategias particulares de “La Cámpora”; Jorge Romero sus parientes y acólitos; los Intendentes -únicos con territorio propio-; y en menor medida Martín Barrionuevo ya independizado de Camau Espínola.
Si fuera fútbol, este “medio campo” peronista conservador y dependiente, juega la suya tirando la pelota para atrás o haciendo pases al costado. Nunca un ataque punzante. Mucho menos un planteo de juego que implique ganar.
DE PLATEAS Y TRIBUNAS
Sin llegar al extremo de las “barras bravas”, la “corte dirigencial” tiene hinchada propia. Desde la platea, alienta sin bombos ni platillos, una escuálida representación gremial. Y en la tribuna popular, los movimientos sociales, juegan sus propias internas.
Ambos grupos de presión -más que de poder- con amplia y transversal penetración en la sociedad, son más proclives a estrategias electorales jurisdiccionales.
Es decir, la camiseta a vestir depende de si la elección es nacional o provincial. Aun así, siempre el cántico comienza con “Los muchachos peronistas…”.
Y si de “hinchada” se trata, los silbidos y reclamos, son inaudibles. Por eso hace años que “jugadores y directores técnicos” del peronismo autóctono juegan a cualquier cosa, menos a ganar.
TU INTERNA, LA INTERNA, NUESTRA INTERNA
De tantas internas prometidas, al final, no habrá internas. Si se buscara un culpable, los candidatos a ponerse el traje están en Buenos Aires.
Desde la mayor referencia de “votos propios” que recae en CFK; pasando por la presidencia del PJ, que hoy ocupa -o desocupa- Alberto Fernández; hasta el Interventor partidario “fantasma” -nadie sabe con certeza quien es-, se postulan como gestores de una “unidad” a ultranza.
Es decir, juntos y unidos triunfaremos, porque desunidos seremos derrotados. Aunque la derrota no acompleja a la dirigencia peronista correntina, adoptándola casi como un estilo propio. Total, perder elecciones, ayuda a esperar una próxima oportunidad.
HASTA EN TWITTER SE HACE PRESENTE LA DESVALORIZACIÓN DEL PJ CORRENTINO
EL PJ CORRENTINO: SIN CABEZA
La máxima era “con los dirigentes a la cabeza, o con la cabeza de los dirigentes”. Pero, ya no hay dirigentes, o se quedaron sin cabeza.
El tema es que en Corrientes la anemia de conducción no solo preocupa, también espanta.
Así las cosas, con tres turnos electorales confirmados para el 2023 en la provincia, los objetivos convocantes son reelegirse; conseguir una permuta; o llegar a una banca.
Para las dos bancas de diputados nacionales que el PJ correntino pondrá en juego ya hay pre adjudicatarias. La misma cantidad de escaños deberá intentar conservar en el senado provincial y por los pasillos de la legislatura ya se habla de una reelección. En la Cámara Baja, la suerte de los cuatro legisladores que vencen mandato está más para no que para si, aunque dos podrían intentar una permuta.
En el Concejo capitalino, los ediles que vencen son tres, dos mujeres y un hombre. Lo más probable es que solo una peronista de ADN indubitable consiga el “place” para encabezar la lista; obviamente con la bendición de Buenos Aires.
VERANO DE TERTULIAS
Mientras los reyes magos van armando el “delibery”, un pequeño grupo de peronistas correntinos tendrá acceso a la agenda veraniega de los operadores extraterritoriales que van a dibujar la “campaña” para las provinciales.
Pero como eso va a ocurrir recién el año que viene, mientras tanto, conviene concentrar las miradas en la Capital. Sí, la de Corrientes.
