El ministro Carlos Vignolo disfrutó de un descanso en la nieve. El resultado de las PASO lo obligó a “enfriar la cabeza” y replantear estrategias
El ministro secretario general Carlos Vignolo, el más amarillo de los radicales, aplacó sus contrariedades en la nieve.
Referente indiscutido de los intereses del PRO en Corrientes, particularmente en la capital correntina, el resultado de la interna en Juntos por el Cambio en las PASO condicionan sus aspiraciones.
La fingida neutralidad del radicalismo correntino, estuvo signada por las indisimuladas acciones de varios funcionarios que apostaron por Rodríguez Larreta o Patricia Bullrich, indistintamente.
Sin embargo, todos los esfuerzos realizados a favor de Juntos por el Cambio en el distrito Capital, no sirvieron para evitar un inocultable fracaso.
EL MINISTRO EN LA NIEVE
Para Carlos Vignolo, los guarismos de los candidatos que respaldó el oficialismo correntino, representan una advertencia que lo obliga a “enfriar la cabeza“.
El actual super ministro de la gestión Valdés, con pasado ministerial en la administración “Cambiemos” -jefe del Plan Belgrano-, estaba convencido que el predominio “oficialista” tanto en los Ejecutivos -gobernador e intendente- como en los cuerpos legislativos -legislatura provincial y concejo deliberante- con presencia y gestión permanente en la ciudad capital, serían suficientes para “avasallar” a las otras propuestas electorales.
Es decir, tan solo con erigirse en organizadores de la fiesta, resaltando una amañada lista de unidad de ECO + Vamos Corrientes -diputados nacionales- por sobre los pre candidatos presidenciales de Juntos por el Cambio, la cúpula gubernamental creyó que la tan mentada “correntinidad” serviría para encumbrar a los aspirantes “porteños“.
El ministro, integrante de la mesa chica local e interlocutor válido con la dirigencia del PRO, por soberbia o desatención, no consideró la posibilidad de un resultado adverso. Carga, consecuentemente, con gran parte de responsabilidad por el inesperado resultado electoral capitalino.
LA ESTRUCTURA FANTASMA
Desde la administración Valdés se utilizó toda la capacidad operativa del Estado para garantizar un resultado apabullante en las PASO.
A los “candidatos porteños” se los recibió en varias oportunidades como si fueran dignatarios. La maquinaria publicitaria del gobierno correntino estuvo disponible a full durante toda la campaña. Vía pauta institucional, conferencias de prensa y actos proselitistas, fueron transmitidos en directo por radio, televisión y redes sociales.
La ciudad de Corrientes era el paraíso para Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. Sin piquetes; sin periodismo opositor -o por lo menos objetivo-; en una ciudad cuyos ciudadanos no están acostumbrados a expresar su descontento en público; llevados de la mano a un city tour por el gobernador e intendentes reelectos, que además gerencian una mayoría calificada en sus respectivos legislativos. ¿Qué podía salir mal?
Nada y, todo. Porque aún ostentando el poderío de la estructura municipal capitalina, donde el intendente y el 100% de su gabinete respetando “convenios y acuerdos“, respaldaron a Rodríguez Larreta no fue suficiente para condicionar la libre elección del ciudadano capitalino.
Ni siquiera fomentando y financiando la formación de un partido seudo libertario que postuló a un desdibujado funcionario municipal como pre candidato a diputado nacional. Movida que apuntaba a embarrarle la cancha a los pre candidatos de la Libertad Avanza y que, por lógica, el exiguo respaldo ciudadano acabó con la mala intención fruto de la improvisación y escaza credibilidad de un grupete de kiosqueros.
La máquina victoriosa del oficialismo capitalino quedó de rodillas ante la “estructura fantasma” de un candidato disruptivo que ni siquiera pasó por la provincia.
RECALCULANDO DESDE LEJOS
El ministro Carlos “Mono” Vignolo precisó tomar distancia del arrasado campo de batalla que hasta el 13 de agosto era un “principado” que administraba en conjunto con el lord mayor Eduardo Tassano.
Todavía no asimiló que Rodríguez Larreta -su candidato- apenas logró un tercio de los votos que respaldaron a Javier Milei. Ni siquiera la suma de lo obtenido por las dos fórmulas de Juntos por el Cambio pueden opacar el “batacazo” del candidato de la Libertad Avanza que, sin gestión; sin estructura operativa; y sin fiscales quedó a siete mil votos de los “dueños” de la ciudad.
Al referente capitalino con mayor disponibilidad de poder, le resta analizar si el problema son los “candidatos” o el haberse acostumbrado a su universo paralelo donde disfruta de su zona de confort.
A su regreso, deberá participar de reuniones donde expondrá su “idea de campaña“. Primero en el ámbito de la mesa chica. Luego, en la ampliada que tendrá a Gustavo Valdés como único autorizado a asignar culpabilidades y remarcar errores.
