PEREGRINACIÓN DE PARTIDOS

Casi como patitos en fila una peregrinación de partidos desfila por el despacho del intendente Tassano. La idea es “sumar” volumen a una gestión que se desangra a pesar de la propaganda.

Valdés lo puso en carrera y ese gesto fue el detonante para que socios y beneficiarios de la Muni, desfilaran como patitos en fila al solo efecto de brindar su apoyo a la gestión y respaldo a la candidatura de Tassano. Fue una representación teatral digna del teatro Vera.

Aliados, simpatizantes y beneficiarios varios, no dudaron en someterse al acto de sumisión sin que hubiere un motivo plenamente justificado. Concurrieron institucionalmente, con agenda marcada, solo para decir que respaldan la gestión en la cual ellos son parte. Sea ocupando cargos en el Ejecutivo o bancas en el Concejo Deliberante. O inclusive, siendo beneficiarios de algún servicio tercerizado a través de una empresa amiga.

Lógico. Ni siquiera un alienado manifestaría públicamente que su desempeño en la función es reprochable.

Por si fuera poco, este gesto de incongruencia, fue coronado con un respaldo efusivo a la reelección de Eduardo Tassano. ¿Que sentido tiene apoyar la reelección del intendente, cuando ni siquiera su propio partido ha decidido la cuestión?

PEREGRINACIÓN DE PARTIDOS

Fue un desfile que todavía tiene varios actores en la gatera. A su tiempo, cada “socio” de la gestión, hará su papel y de manera bien publicitada le manifestará a Tassano que: “el equipo ha generado una gestión municipal única en la historia”. Sabido es, que los aduladores, son parte integrante de ese equipo.

Menos el radicalismo, institucionalmente, casi todos los partidos de la Alianza ECO han cumplido la orden. A ellos hay que sumarle partidos en formación, ONG, fundaciones, sindicatos y algún otro desempleado que no pierde la esperanza.

Es una cuestión de fe. Por no decir de intereses. Nadie transita estos caminos sin recibir nada a cambio.

LA PELÍCULA

De buen olfato, Carlos Vignolo inspiró esta jugada. No solamente es el ideólogo de la reelección de Valdés. También es quién impulsa el refiche del cardiólogo al frente de la comuna capitalina.

A fuerza de prebendas y reparto, fue cimentando la “idea” de que Gustavo Valdés es mucho más que Ricardo Colombi. Para él, para el radicalismo y para los socios.

Se olvidó de la gente. No es raro. También se olvidó que Aguad hizo magia y convirtió 60 palos verdes en CeCaCOR.

CASI… HASTA QUE SE ROMPA

Fieles al relato histórico y a la historia documentada, el radicalismo correntino – sobre todo el capitalino – no pierde la maña y se aferra al costumbrismo bien remunerado. Es decir, no hay nada mejor que un “conchavo” en la administración pública para hacer historia y jubilarse bien.

De “renovación” ni hablar. Las cabezas siempre son las mismas; aunque algunas veces los “confiables”, consiguen ascender un peldaño más. Hay decenas de ejemplos. Pero, para que gastar tinta en describir la cooperativa universitaria. Es un déjà vu que no genera curiosidad, ni confianza.

Todo se cocina en una olla a presión donde las aspiraciones deben pasar por varias hervidas antes de alcanzar la cocción adecuada. A veces, a punto de disolverse, las papas del radicalismo queman. Pero por lo menos se reciclan para ñoquis.

Por eso la orden fue: Valdés y Tassano. Aunque se rompa. Si Ricardo lo permite.

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