El radicalismo correntino a horas de confirmar una “renovación” sin “internas”. Hay consenso para evitar las urnas. Poca rebeldía en el interior pero, marcando tendencias
El radicalismo correntino elegirá autoridades para un nuevo periodo de conducción. Si bien las elecciones internas fueron convocadas para el 24 de abril próximo, la postura más firme en el seno de los “capos” es evitar las urnas.
CARGOS A ELEGIR ¿O DESIGNAR?
Son casi mil (1.000) cargos a elegir entre: los delegados al Comité Nacional y la Honorable Convención Nacional; los miembros del Comité Central provincial; delegados a la Convención provincial; autoridades de los Comités de distrito (son 71 distritos); los miembros de los Comités seccionales; y los miembros del Comité Capital -el más fuerte y con mayor volumen de representación-. Y esto sin contar la “renovación” en la juventud, que implicaría duplicar el número cargos.
VIENTOS DE CAMBIO…
Puertas adentro los liderazgos se discuten. Pero, el mensaje a la sociedad, simula una “armonía” que se asemeja más a una tregua que a un consenso natural.
El acuerdo “prefabricado” tiene trazos de renovación. Sin embargo, nada lo asimila al conocido “Renovación y Cambio“, porque el estilo seguirá siendo el mismo aunque haya reemplazos de figuras.
REBELDÍA QUE DUELE ¿Y CONDICIONA?
La posibilidad de que en Mercedes, se dispute el liderazgo local, pone en jaque la preeminencia del histórico caudillo radical Ricardo Colombi.
¿Será Julián Dindart, un dirigente del “riñon“, el indicado para plasmar en las urnas la rebeldía? Hasta ayer, sí. Mañana se verá.
Por el mensaje que dispersan los tambores, la tierra del “paiubre” no será el único foco de insumisión. Al parecer hay un par más de localidades donde los “desacatados” quieren urnas.
LOS “ISTAS” SON MAYORÍA
Quién gobierna no conduce el Partido. Pero lo maneja y administra. Cosas del poder o, la birome, así fue y será siempre.
Por eso la duda es: ¿Prevalece quién, Colombi o Valdés? Sencillo. Colombi ya es historia, ahora lo que pesa son los “Valdecistas”. En resumen, todos, como dice el slogan.
La UCR correntina ya atravesó estos procesos. Colombistas, Arturistas, Colombistas de nuevo y, por último, “Valdecistas” a morir. Es una cuestión de supervivencia. Parece, nadie sobrevive lejos del poder.
NOMBRES: LO MÁS IMPORTANTE
Hay muchos, aunque la lógica indique que son pocos. Lo cierto es que lo mas firme ratifica la “onda” Valdecista: será una mujer.
Es decir, la “casi” presidente de la UCR correntina será una mujer, cuya nominación -dicen- es fruto del consenso. Suenan las campanas y repican repetitivamente los nombres de dirigentes de fuste. El “Checho” Flinta -que ya fue-; Henry Fick, un adalid del dialogo interno, con poca exposición hacia afuera; y algunos utopistas hasta se animan con mencionar a Carlos Vignolo -con hinchada “tekovesista” propia-.
¿SERÁ UNA DELICIA?
Es una posibilidad que por lo menos hasta mañana tiene todos los “boletos ganadores“. La contadora Delicia del Carmen Bottari es la “prenda” de unidad que unifica el corazón de los “boinas blancas” correntinos. Casi como un custodio de los intereses de alguien, en la vicepresidencia la acompañaría un dirigente de Ituzaingó.
RADICALISMO CORRENTINO CAPITAL
El radicalismo tiene hoy en la legislatura provincial dos defensores acérrimos de la gestión Valdés. Uno es el diputado Norberto AST -todo un escudero-; el otro, con un perfil más “diplomático”, no exento del sentido de pertenencia a un nuevo proyecto, es el senador Diógenes GONZÁLEZ.
El oriundo de Oberá, ya fue. Y todo indica que ahora el turno es de Diógenes. La voz “política” cuando las papas queman, como ya es archiconocido el tema de abusos e irregularidades -cuyas víctimas son menores institucionalizados- en Virasoro. A Gustavo Valdés no le desagrada la idea; es más, le pone fichas.
¿Y RICARDO?
Esa es otra historia. A su debido momento politicaencorrientes.com develará el misterio de los “¿Por qué?” Ricardo deja el timón del acorazado ucerreísta local.
De cualquier manera, hasta mañana sábado 9 de abril a las 23:59 horas, hay tiempo para varios cambios. Es el anhelo de muchos, que no tiene chances de convertirse en realidad.
