UNIDAD: PALABRA SANTA

Internas, suena a revolucionario; en cambio, UNIDAD, es palabra santa. Quizá por eso comienza a solidificarse la posibilidad de que el PJ correntino priorice el “movimiento”  a la inamovilidad de algunas aspiraciones personales.

¿SE ESTÁN PELEANDO O SE REPRODUCEN?

No se debe hablar del peronismo sin ser peronista. Con esa frase la “fuente” advirtió que no se puede dibujar en el aire cuando se intenta emitir un juicio sobre la interna del PJ correntino. Sin embargo, hay evidentes señales que permiten un análisis objetivo, para acercar sin pretensiones un diagnóstico sobre el posible desenlace de la “interna sin fin”.

No se pelean. Se reproducen. No serán felinos pero, hacen gala de una destreza sin igual a la hora de que la caída concluya en una pirueta que los pose sobre sus extremidades.

El número de líneas que intentan pugnar por un espacio de poder en el PJ no es lo importante. Lo trascendente, es que la realidad se encarga de poner los patitos en línea.

Por más que se empujen, se hagan zancadillas y se atropellen, la lógica pone a todos en su lugar. Eso es productividad, reproductiva.

Hay espacio para todos, manifestó el experimentado interlocutor. Es cuestión de poner orden en la fila. Sentenció cómo un maestro -los de antes- mientras ensayaba un ademán de “alineamiento”.

UN PRODUCTO Y SUS SUB-PRODUCTOS

Dice el que sabe -porque integra el “staff” de cocineros-, que el menú para llevar a la mesa es variado y está preparado con los mejores ingredientes que se cuentan. Pero, el único problema, es que algunos pretenden comenzar por el postre. Y ese no es el orden.

El peronismo correntino tiene una misión prioritaria: aportar al retorno del PJ en el comando de los destinos de la nación. Ese, es el “plato principal”.

Mientras tanto, la “interna” es una discusión entre proveedores de insumos que pelean por imponer sus “sub-productos”, olvidando que lo importante es ofrecerle al elector una mesa bien servida: primer plato o entrada; plato principal -el más importante-; y el postre.

Una mirada fija, obliga a que el experto nos simplifique el razonamiento, y dice sin dudar “usted, que prefiere, comida casera o delivery?”. Y agrega “no hay que exagerar, los muchachos quieren participar, pero antes deben tener claro cuáles son las batallas a pelear”.

Primero hay que unificar y conquistar posiciones en ésta elección provincial de medio término. Salir fortalecidos, mostrar coherencia. Después hay que trabajar mucho para que los peronistas correntinos sumemos en votos, lo que el correntino exige: un cambio de gobierno. Y recién ahí después de la cena, el postre; posicionarnos para en el 2021 poder aspirar a la construcción de un gobierno en la provincia”. El PRODUCTO son las presidenciales, los SUB-PRODUCTOS son las legislativas y el proyecto del 2021.

HAY LUGAR PARA TODOS

De todas las líneas con “peso”, las pretensiones expuestas, son casi idénticas a las expectativas de los resultados tentativos, hablando de candidaturas a legisladores. Es decir, no habría inconvenientes en la confección de la lista de candidatos a diputados y senadores provinciales. Los concejales, ya es una cuestión de territorio, dónde cada sapo conoce de memoria su laguna.

Pero la presidencia del PJ, parece ser el trofeo que algunos pretenden como premio mayor. Dice el entrevistado que “Es inadmisible que algunos personajes por el sólo hecho de estar afiliados están capacitados y con derecho a ser presidentes”. Y agrega “hay que ser coherentes, una cosa son las aspiraciones -todas respetables- y otra -la que cuenta- las posibilidades”.

Vencen mandato seis diputados. Cuatro hombres y dos mujeres. Si se repite el escenario de 2017, el PJ retendría esas bancas. Pero se aspira a ganar bancas, no a mantenerlas.

En el senado, vencen dos senadores, también se aspira de mínima a conservar los escaños.

Es casi un hecho que la lista de aspirantes a la legislatura pueda ser acordada con el apoyo de la mayoría de las agrupaciones que animan la interna.

La presidencia del partido es una cuestión de visión. Si el candidato tiene una visión del “menú” está en órbita. Si el candidato pretende imponer el postre antes que la cena, no tiene chances. ¿En una mesa de dialogo, quién puede imponer su gusto sólo por capricho personal? Nadie.

UNIDAD PALABRA SANTA

Pide otro café y se acomoda en la silla para emitir un concepto final.

En el peronismo no hay opciones, hay proyectos de poder. Cómo en todos los partidos. Pero, cuando el proyecto es personal, deja de ser un objetivo peronista y pasa a ser nominal”. Y agrega “No importan los rótulos, pueden ser kirchneristas, menemistas, sciolistas, duhaldistas, massistas, etcétera; pero cuando se trata de PODER, debe ser peronista… La unidad es palabra santa. Los muchachos se van, pero vuelven. Porque hay un PROYECTO DE PODER de cara a la ciudadanía, con errores, aciertos, virtudes y defectos; pero de frente”.

Observó su reloj y dijo: pague usted la cuenta, así no dice después que un peronista le pagó un café, nos vemos el 30 de marzo con la UNIDAD sellada”.

Casi sonriendo a modo de despedida dijo “no me mande al frente, diga nomás que charló un rato con un compañero”.

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