Ricardo Colombi no pierde las mañas y hasta consigue que el carpincho ladre. No dejó títere con cabeza al exteriorizar su visión personal y su ambición futura
Ladró el carpincho. Como no podía ser de otra manera Ricardo Colombi le puso su impronta a los problemitas de la laguna.
Primero fue la discusión doméstica. La lista de candidatos a concejales en los ocho municipios que renuevan legisladores comunales el 22 de octubre pasó a ser una cuestión provincial. Sobre todo, porque Ricardo Colombi se irrita cuando le desordenan su quintita: el interior provincial.
Después tiró una frase políticamente incorrecta y antagónica con la vida democrática: Milei no dura seis meses.
El papá del carpincho tiene una memoria frágil. O quizá la sequía -de agua y de poder- le obnubilan su razonamiento político.
Y LADRÓ EL CARPINCHO
El carpincho no es agresivo. Salvo que le invadas su laguna o le ocupes su playa. Por eso, Ricardo Colombi salió a pegarle al PRO y a los aliados corajudos, que se animaron a tener voz, decisión y representación propia.
Para el ya legendario hijo del Paiubré más que una cuestión política territorial fue una afrenta a su tutela casi mitológica. Sí, su poder es apenas una leyenda, porque en su patria chica no gana hace tiempo.
Pero además, su perfil de pago adentro y su debilidad citadina, le hizo pensar que en el interior él manda. Algo que en los números electorales está absolutamente descartado en esas ocho comunas en juego.
Colombi se auto flagela creyendo que su fama es suficiente para mantener a raya los dirigentes de los partidos que en el interior provincial sufren el centralismo de la gestión Valdés. Esta ciego el hombre.
La democracia es fundamental. Interna sobre todo. Pero es mucho pedir que el capanga entienda esa realidad incontestable. La que genera una motivación para que el ciudadano sienta la necesidad de elegir y no, de optar.
NI CARPINCHO NI YACARÉ… LEÓN
La performance de Javier Milei en las PASO produce en dirigentes como Ricardo Colombi una alteración del ritmo cardíaco y una alarmante subida de la bilirrubina.
Esta vieja dirigencia que se aferra al poder como si fuera la última gota de oxígeno no entiende como un out sider puede juntar en una elección 7 millones de ilusos que, en el caso de Colombi no pudo juntar sumando todas las veces que fue candidato.
Por eso el exabrupto “si gana no dura seis meses“. Flaco favor le hace a la democracia, que un ciudadano que gracias a ella TIENE TODO LO QUE TIENE, insulte la voluntad del electorado.
Su pronostico denota su predilección por la supervivencia del status quo. La casta, para Colombi, es la solución para sus problemas actuales y la garantía de un futuro mejor. Solo para ellos.
Poco le interesa que 7 millones de ciudadanos piensen diferente. Al final de cuentas, a él apenas le quita el sueño como “ordenar su feudo”, que hoy está en manos de otro.
El León le orinó la laguna y defeco en su playa. El carpincho está histérico y el yacaré no sabe si morderse la cola o quedarse quieto para que lo conviertan en cartera…
Será cuestión de esperar para saber con que exabrupto se despachará el 22 de octubre cerca de la medianoche.
