GUSTAVO VALDÉS QUIERE JUGAR EL NACIONAL B

Gustavo Valdés prioriza su proyecto. Lejos de ser influyente en el desenlace de la elección presidencial pone sus fichas en las cuestiones políticas provinciales

A Gustavo Valdés le quita el sueño su aspiración a presidir la UCR nacional en diciembre. No la tiene fácil. Aún a pesar de la caída en desgracia de Gerardo Morales, todavía debe replantear alianzas para enfrentar a Martín Lousteau.

Desde hace dos años, luego de ser reelecto gobernador con un respaldo electoral inédito, Gustavo Valdés comenzó a diseñar su expansión personal en el ámbito de la UCR a nivel país.

Con la provincia desmembrada del calendario electoral nacional, el gobernador de Corrientes, imaginó el 2023 como escenario propicio para hacer realidad una aspiración personal: presidir la UCR nacional.

Pero, parte del plan salió mal. Y en la urgencia, debe replantear sus estrategias en busca de aliados exitosos. Por eso, su apuesta traducida en apoyos de todo tipo y especie, es que Leandro Zdero le gane a Jorge Capitanich el próximo domingo en el Chaco.

SEMBRANDO ALFILES PATRIA ADENTRO

En principio fueron viajes de gestión a provincias limítrofes o integrantes del Norte Grande. Después se agregaron Córdoba y Mendoza. Y por último, llegó a concretar excursiones de proselitismo interno a provincias de la Patagonia.

Su condición de “gobernador estrella” le permitió ocupar un rol relevante dentro de Juntos por el Cambio. Y dentro de ese espacio, fue invitado insustituible en cuanta reunión trascendente los nucleaba. Ocasiones que sirvieron para ir mostrando sus cartas.

Poco a poco fue formateando una agenda con nombres importantes y otros de segunda línea. El proyecto comenzó a tomar forma inclusive en medios nacionales y dejó de ser versión para convertirse en información. Comenzó a ganar volumen.

EL PAGA TUTTI NO LE SUMÓ

Ya entrando en la tormenta del año electoral -2023- se convirtió en el gobernador que más visitas bancó en su territorio. Aprovechó eventos culturales, turísticos y circenses para oficiar de anfitrión de correligionarios y aliados con aspiraciones presidenciales.

Vale aclarar que esas visitas proselitistas / protocolares no se pagaron con la suya.

Con todos los visitantes jugó varios “mano a mano“. A todos ellos les arrancó promesas y compromisos. Pero lo que él ofreció, no convenció a nadie. Más todavía, la mayoría de sus interlocutores al partir, comentaban en su entorno: estuvo buena la visita a Corrientes, pero a Valdés no le creo nada.

Y tuvieron razón. Cuando llegó el momento de levantar la mano y apoyar a alguien, Gustavo Valdés pecó de tibio y se mantuvo neutral, sin explicitar su apoyo a ninguna fórmula en las PASO.

A ese grosero error le sumó un gesto de soberbia al digitar una lista de diputados nacionales única y a dedo. Con esa mermelada corre el riesgo de regalarle un diputado nacional a La Libertad Avanza, que por el resultado de las PASO tiene uno adentro y acaricia la posibilidad de meter dos de cuatro a repartir.

MAL APOSTADOR

Donde jugó sus fichas le cantaron cero. Le pasó con Carolina Losada, a título de ejemplo. No tiene cucardas para mostrar en cuanto a su olfato político. Al final, en todos los “focus group” exclusivos es visto como un oportunista. En Corrientes se sabe. Y se sufre.

Ahora le queda su última ficha. Leandro Zdero es su carta ganadora para por lo menos ingresar al campeonato nacional B. Hizo agua su proyecto nacional, pero todavía tiene a flote su canoa regional. Algo es algo.

GUSTAVO VALDÉS DE ENTRECASA

Por más que una consultora de dudosa objetividad lo coloque en la cumbre de gobernadores con mejor imagen, Gustavo Valdés provoca y sufre problemas internos de consecuencias imprevisibles.

En el territorio ningún correligionario le perdona que haya creado un partido propio para condicionar a la UCRla que pretendía conducir a nivel nacional-.

El engendro Vamos Corrientes es un chiche que con la birome en la mano y los recursos del Estado nació, se mantiene y pretende crecer en el contexto político provincial.

Nadie entiende porque Ricardo Colombi -presidente de la UCR provincial- no planteó expulsar o cancelarle la afiliación al gobernador, sabiendo que es el padre de la criatura “Vamos Corrientes” que le quita votos a la UCR, además de otros sellos provinciales.

En realidad, es el reconocimiento explicito de que el alumno superó al maestro. Colombi motorizaba la creación de “partidos” para debilitar a los partidos provinciales. Lo sufrieron sobradamente el Partido Autonomista y el Partido Liberal. Y en menor medida hasta el PJ.

Pero el experimentado líder radical conservador nunca imaginó que Gustavo Valdés, iría a crear un partido que le disputará mano a mano, la nueva escenografía de la política correntina con vistas al 2025.

VALDÉS EN EL OCASO ANUNCIADO

El café ya viene frío. Aunque le queden dos años de mandato. Sus caprichos y el exceso de personalismo no suman adeptos.

Tiene internas entre los ministros y sus secretarias. Su esposa y sus hermanos arman y desarman con impronta personal, situaciones que la dirigencia territorial no digiere. No tiene aliados en su gabinete. Salvo los amigos de años que, todos juntos, no consiguen una docena de votos.

Valdés anda de capa caída. Nervioso. Temeroso, al punto de “moverse” rodeado de una custodia numerosa y privada. Algunos dicen que el efecto “carpincho” le copó la playa. Pero también están el “Mono”, el dueño del Regatas, y algunos acólitos que si el viento cambia corrigen la posición de su velamen.

¿Será el ocaso anunciado? ¿O el milagro de Zdero podrá darle oxigeno?

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