El Presidente Javier Milei reunió a todos los gobernadores. Hubo asistencia perfecta. Todos lloran pero, todos deberán poner
Javier Milei, el Presidente de la Nación, se reunió con todos los gobernadores. Un hecho histórico en una circunstancia única: Argentina tocó fondo.
El encuentro tuvo dos características: informativo y consultivo. Ambas redundantes. Más allá de los detalles que no pasan de trascendidos y algunas declaracianes formales, la realidad no admite ilustraciones y tampoco interrogantes.
Al final, todos saben, que la situación económica y social es literalmente catastrófica. Aunque es cierto, que muchos de los protagonistas de la reunión, son verdaderos maestros al momento de recrear y solidificar su propio universo paralelo.
JAVIER MILEI EL PRESIDENTE
Milei fue ecuánime y generoso. Reiteró ante los 24 gerentes territoriales: los problemas, sus consecuencias y las posibles soluciones.
Es decir, volvió a explicar parte por parte del todo que los gobernadores ya saben. Pero, como muchos de ellos viven una realidad paralela a la de sus gobernados, no esta mal suplementar la fingida escasez de comprensión de texto que ostentan algunos de los gerentes territoriales.
No hay plata es una afirmación que no admite interpretación. Y administrar mejor lo poco que se dispone, es una obligación que la situación crítica impone. No, una opción.
Resumiendo, el gerente general les dijo a los gerentes de sucursales: bajen el gasto; produzcan más; vendan más barato; y minimicen las pérdidas.
ASISTENCIA PERFECTA
Todos los gobernadores asistieron a la convocatoria. Era una oportunidad en la que ninguno tenía motivo válido para excusarse. Quedó claro que, el Presidente los considera a todos por igual.
Por supuesto que cada uno de los mandatarios provinciales asistió dispuesto a interrogar más que a escuchar callado.
Sus necesidades son prioritarias. Y para todo, necesitan plata. No hay sustituto para las administraciones subnacionales que pueda reemplazar al uso -y abuso- de recursos.
La billetera de los gobernadores es el combustible de su poder. La eficiencia es proporcional al gasto, a veces. Aunque en la realidad, mucho de lo que se gasta no redunda en beneficios para sus gobernados.
EL HUEVO O LA GALLINA
Recursos. Ese es el talón de Aquiles que precariza las relaciones entre Nación y Provincias. Todo es cuestionable y discutible, fundamentalmente porque no hay reglas de juego claras.
Aún revistiendo carácter constitucional, la coparticipación federal no goza de características que garanticen: equidad, eficiencia y transparencia.
Los acuerdos vigentes, entre los signatarios -Nación y Provincias-, basicamente se resume en quien recauda, cuanto y como se distribuye.
Sin embargo, los mismos actores, no establecen parametros comunes de aplicación del gasto y rendición de cuentas.
La pregunta lógica es ¿el problema es el reparto o, la capilaridad del gasto?
CASI HEREJES
Y no por una cuestión de fe. En sentido figurado los casi herejes no tienen problemas en apartarse de lo que pregonan como creencia por conveniencia. Siempre, dependiendo de las circunstancias.
Es decir, todos o casi, aducen que administran bien. Pero, la realidad de la ciudadanía que sobrevive en el ámbito de sus administraciones, es absolutamente diferente a la existencia cotidiana virtual que los gobernantes destacan en sus discursos.
Son insaciables al momento de requerir más fondos. El aumento de recursos es su razón de vivir. Lógico, cuanto más tengan más gastan. Y cuando gastan, dilapidan. No invierten.
Vale remarcar que, muchos de éstos casi herejes, no planifica ni prioriza. Sobran los ejemplos que se destacan por la inclinación de hacer circo antes que ejecutar planes sustentables y durables que beneficien a la mayoría cualitativamente.
Para ellos el futuro no es lo por venir. Estos personajes consideran que el mañana se resume al próximo turno electoral. Y en función de esa miopía vocacional abjuran de sus promesas de campaña.
En la próxima elección, volverán a mentir. Y se les sale mal, que pague el que sigue…
