LA CAMPAÑA MATÓ AL PLAN DE VACUNACIÓN

La campaña electoral permanente de Gustavo Valdés y sus cómplices pone en riesgo el Plan de Vacunación y la salud de los correntinos

La campaña electoral por su reelección es lo más importante para Gustavo Valdés. Es decir, su aspiración personal, se convirtió en una cuestión de Estado.

En consecuencia, todos los recursos del gobierno, están al servicio del deseo de Gustavo Valdés. Si la continuidad de un modelo de gestión que se arrastra hace más de 20 años es prioridad para los “socios” del oficialismo, no es menos cierto que la salud y el bienestar de los correntinos es absolutamente insoslayable en cuanto a su “estado crítico”.

Pero, el apego al poder de cierta dirigencia política, supera en creces el sentido común y la responsabilidad social.

LA CAMPAÑA MEDIÁTICA

La campaña electoral “mediática” ha sido eterna en la gestión Valdés. Y, fueron los medios afines, quienes le sirvieron para “diseminar” un cúmulo de mentiras. Es decir: miente, miente, que algo quedará.

En diferentes mensajes los periodistas de Valdés fueron sembrando: dudas; discriminación; y prejuzgamientos.

Los incentivos del gobierno de Corrientes fueron el “combustible” para impulsar el relato de Valdés. Y hoy, ocultando información, son los custodios de los objetivos del “César”: que se vote en agosto, caiga quien caiga.

GESTOS Y ACCIONES

Antes, el gesto fue discriminar. Ahora, las acciones fueron censurar; presionar; castigar; y por último, mentir.

Es decir, Valdés prefirió discriminar al personal de salud que trabajaba en Resistencia, al punto de “aislar” una popular barriada con la excusa de impedir que el “virus” se extienda por estas tierras sagradas. Proteger a los correntinos fue la excusa. Pero había otros motivos no abordados por su gestión ni por los “medios”.

La pregunta hubiera sido ¿Por qué el personal de salud se ve obligado a cruzar el río para poder trabajar?

Las respuestas obvias que muchos prefieren silenciar son: bajos salarios; precarización laboral; violación de normas laborales. Por citar algunas.

Hoy, quienes arriesgan su vida por vocación y formación, son – y vuelta a discriminar y prejuzgar – tildados de “gestores de una campaña política”. A Valdés le incomoda que la verdad se exponga. La pandemia se extiende en el tiempo y las injusticias también.

Las víctimas de la prepotencia e insensibilidad del poder son todos trabajadores de la salud: médicos, enfermeros, camilleros y, por extensión, sus familias. ¿Podrá entender Gustavo Valdés que reclamar un salario digno es un derecho?

Barrio aislado en Corrientes -abril del 2020-
Personal de salud reclama -julio 2021-

¿HOSPITAL O CAMPAÑA?

Tres elementos fundamentales hay que tener en cuenta: infraestructura; personal; e insumos. Sin embargo, a pesar del “tiempo récord” en el que se acondicionaron las instalaciones del “Hogar Escuela”, muchas cuestiones exponen la dualidad de esa “obra” encarada por la gestión Valdés.

En primer lugar, infraestructura. La “infraestructura y equipamiento hospitalario” es un ítem trascendental. Remodelaciones; camas –mil camas!-; grupo electrógeno; tecnología y equipamiento; etcétera; pero se olvidaron del equipo que “produce” oxígeno. El “elemento vital” existía, está en el predio del Hospital Juan Pablo II. Lindero al “hospital de campaña”. ¿Los “cráneos” del gobierno no previeron la reparación del componente técnico cuya función es proveer un “recurso crítico”?

En segundo lugar, el personal. En la provincia de Corrientes no debe haber más de medio centenar de “médicos terapistas”. Es decir, para un hospital con 300 camas de terapia, el número de profesionales es exiguo. Y, el recurso humano, además de escasear no se capacita de un día para el otro.

¿Sabrá el ciudadano correntino que personal médico -de cualquier especialidad- es obligado a realizar “guardias” en el Hospital de Campaña? Y, también, que muchos de los “profesionales”, en realidad son “practicantes? Sí. Habría médicos clínicos recién egresados, que merced a una “pulidita” fueron destinados al “hospital del Covid 19“.

En tercer lugar, los insumos y el equipamiento. ¿A quién no sorprendió la audacia vanguardista de que la gestión Valdés incorporara un “robot sanitario” a los recursos exclusivos del Hospital de Campaña? Una mentira más grande que el hospital. El mentado robot no es más que una “tablet” con una cámara, montado en un “patín eléctrico”.

EL FAMOSO HISOPADO

Para el Gobierno de Corrientes, el “hisopado” fue la excusa para “recaudar”. También, se consideró la posibilidad de convertirlo en un “negocio” cuando se amagó con “tercerizarlo”.

Sin embargo, hay muchos detalles que los ciudadanos, correntinos y de otras “nacionalidades” -por lo de la frontera interna- ignoran.

En primer lugar, la rendición de “cuentas” de: ¿Cuántos kits de hisopados se compraron? ¿ A quién le compraron? ¿Cuánto pagaron?

En segundo lugar, la rendición de: ¿Cuántos “hisopados” fueron pagados por los ciudadanos? ¿Cuántos hisopados se realizaron de manera gratuita?

En tercer lugar, la explicación formal de: ¿El “hisopado, sirve o es apenas un “gesto publicitario” o un “negocio escondido”?

Todas son preguntas sin respuestas. Pero, vale la pena observar al pie del documento oficial que determina el “resultado” del test, la “aclaración”: “El laboratorio Central no se responsabiliza de la correspondencia entre la “muestra” y los datos de la persona objeto del test“.

Es decir, el mismo Laboratorio Central del Gobierno de Corrientes responsable por ejemplo de los resultados que determinarán una investigación de “trazabilidad” de orden epidemiológica, se “lava” las manos. Sobran dudas.

Cualquier ciudadano que se haya realizado un “hisopado” pago o gratuito en el “sistema” Valdés lo puede comprobar
En el Chaco se hacen responsables de la toma de muestras y del diagnóstico

No hace falta esgrimir ningún interrogante más. Las pruebas están a la vista.

LAS VACUNAS SON DE ELLOS…

Las penas son de nosotros… Previsión, organización, y aplicación son conceptos que el Gobierno de Corrientes desconoce. O peor, los ignora. Es un “campaña de vacunación” plagada de defectos injustificables.

El ministro de Salud, Ricardo Cardozo, sigue en su cargo a pesar de ser descubierto “in fraganti” de casualidad, transportando vacunas sin ningún justificativo formal.

El famoso y mediático “Chani” Ojeda, responsable del SuSTi, no consigue encontrarle el agujero al mate. Primero, con el registro obligatorio que ni siquiera tenía impreso fecha y hora; pie para la “discrecionalidad” en la asignación de los “turnos” de vacunación.

Segundo, un fracaso inadmisible en la administración de la base de datos. Al punto que decidieron “salir a vacunar al voleo, casa por casa”. Parece, no tienen la “data” en orden. O, la excusa de vacunar a domicilio fue una estrategia más para vacunar a “elegidos”.

Tercero, y con resultados imprevisibles, habilitaron la vacunación “bajo demanda espontanea” provocando la exposición de cientos de personas, inclusive durante toda la noche y expuestos a temperaturas de frío extremo. Unos genios los “asesores” de Gustavo Valdés. ¿No?

SECRETO A GRITOS

Hay mucho más para exponer o denunciar sobre el manejo de la “pandemia” bajo las órdenes de Gustavo Valdés. Pero, hay que estar alertas frente a una discusión que divide al “oficialismo” gobernante, ante la posibilidad de que comience a analizarse formalmente la posibilidad de “postergar” las elecciones del 29 de agosto.

En las “barriadas” capitalinas el reclamo es: menos campaña y más vacunas. En el interior de la provincia, hay que hacer un escándalo para que lleguen las vacunas.

Párrafo aparte. Valdés prometió comprar primero 5 millones de dosis, después achicó el “pescado” y habló de comprar un millón de dosis. ¿Cuándo, cómo y a quién?

Pero lo cierto, es que el promedio de fallecidos supera cualquier consideración electoral. La pregunta es: ¿Aceptaría Valdés aplicar el sentido común y “trasladar” las elecciones al primer domingo de octubre? No. Por una razón muy simple: el resultado de las PASO sepultaría su ansiada reelección. Por eso, a contra pelo de la lógica, esperó que se “cocine” la postergación de las Primarias, para él convocar las elecciones provinciales antes de ese acto electoral.

¿Tiene miedo? No. Tiene ambición enfermiza. El tema es que mientras él se considera más importante que todo y cualquiera, se mueren correntinos todos los días. Y no solo por COVID.

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