La interna abierta del radicalismo involucra a “viejos” y “nuevos” aliados. Sin embargo, el poder real permanecerá en manos de la UCR
La interna abierta de la UCR tiene varios protagonistas. Algunos son viejos conocidos. Otros son actores de reparto. Sin embargo, todo se fusiona en una sorda lucha por el poder.
LA INTERNA ABIERTA
La pelea disimulada entre Valdés y Colombi se precipitó a las elecciones generales. Es decir, lo que no se animaron a dirimir “puertas adentro”, comienza a tomar cuerpo en el “armado” de alianzas y candidaturas para el 29 de agosto.
Ambos referentes se cansaron de responder que, entre ellos, la relación era normal. Pero, el fastidio y el desdén a cada vez que fueron interrogados al respecto, era evidente.
No se sabe ni se sabrá hasta donde llega la ruptura. En las relaciones de poder, la mayoría de las veces, la venganza es un plato que se come frío.
LOS GESTOS IMPORTAN
Los abrazos pueden ser fingidos u obligados. El protocolo “político” impone que la violencia no tiene lugar en la democracia. Pero, hay miradas que hablan.
Es decir, Ricardo Colombi, hace meses que miraba como lo iban jubilando de hecho. Además, desde la gestión de Macri, tuvo que soportar “cargadas” y “operaciones”. Pero, todo se convirtió en vértigo, cuando Valdés inició la construcción de su espacio apoyado en el “Pacto”.
Casi con la misma receta de su mentor, el dueño de la birome, mejoró el “proyecto” de usar a los conservadores para despejar el camino. En cambio, no tuvo piedad con la rebeldía de algunos accionistas.
A dos socios principales les clausuró el futuro dentro del espacio. A Gustavo Canteros y a Pedro Cassani.
La pelea por el poder era sorda. Sin tiros ni cañonazos. Y sin sangre, por suerte.
LA ARISTOCRACIA PARTIDARIA
Volando con las palomas la estrategia de halcón -¿o buitre?- dio resultado. Afianzó su presencia en la Capital copando medios. Todos. Donde, hasta los empresarios de la comunicación, tienen su propio “partido”.
Aprovechó que Tassano / Lanari eran susceptibles de ser útiles, más que socios. Apuntaló al PRO y la Coalición Cívica que no pueden hacer campaña en nombre propio.
Y, no es casualidad, los liberales; los autonomistas; y hasta Tato, le sirvieron de peldaño para acceder a la elite de la aristocracia partidaria.
Además, traía consigo al Rasputín y una corte de radicales 3.0; más la “asamblea de eternos” candidatos. Sí, los mismos que no se van a jubilar aunque Colombi lo haga.
MEDIA DEMOCRACIA, ES NADA
La interna es evidente. Pero en un radicalismo que escondió sus urnas hace tiempo -desde el siglo pasado- los correligionarios ya están acostumbrados. Se acomodan de acuerdo al “apetito”. Al final son burócratas de alma. Y en ECo + Vamos Corrientes, perdurar o atornillarse es tan imprescindible como respirar.
La renovación quedó en la nada. ¿Nombres nuevos? Sí. Sobre todo si son hermanos, parientes, amigos o socios.
Los caprichos de Valdés son irrefrenables. O Colombi decidió pasar en paz lo que le resta. Para muestra, un “botón” que, por acción y no por omisión fue retirado de muchos medios.
¿CÓMO TERMINA LA NOVELA?
Se sabrá antes del 10 de diciembre. Cuando estén los resultados de todas las citas electorales. Si gana. Ganó Valdés. Si pierde. Perdió el radicalismo.
¿Y Ricardo Colombi? Disfrutará de su estado jubilatorio. Pero, cómo el fuego es sagrado, el mercedeño reiniciará la épica de construir sobre cenizas.