Los radicales correntinos parecen estar ciegos, sordos y extrañamente mudos. ¿Será porque Milei los puso en evidencia?
Los radicales correntinos fingen no ver las cifras que señalan su estrepitosa caída. Tampoco escuchan a la gente. Bueno, hace rato que también no se escuchan entre ellos. Porque en el radicalismo está vedado hablar. Salvo que sea para alabar a Valdés.
Extrañamente mudos hacia afuera; de espaldas a la sociedad y escondidos en reuniones muy exclusivas, la dirigencia radical -con mandatos vigentes y cargos rentados- hace catarsis especulando con la teoría de que Javier Milei es un accidente…
MASTICANDO IMPOTENCIA Y ESCUPIENDO CINISMO
Algunos encumbrados dirigentes, de esos que hace 30 años calientan una banca legislativa, no supieron disimular su incapacidad para interpretar la decisión del electorado.
Más de veinte años en el poder, tiempo en el que afianzaron su relato y abusaron de la memoria selectiva, no les sirvió para “colonizar” la voluntad individual de los correntinos.
Pésimos observadores, indiferentes a cualquier voz que no sea la propia, optaron por quebrar el mutismo conversando entre ellos. Y aun así, sin el riesgo de ser interpelados, los radicales no le aciertan al diagnóstico que sintetice la “advertencia” que el pueblo le hace a través del voto a Milei.
Mientras el asado se enfriaba en cada plato, los radicales aburguesados -sin atragantarse-, masticaban impotencia y escupían justificaciones murmuradas cínicamente.
SEGUNDONES Y CARADURAS
El radicalismo correntino, bajo el influjo de su “interventor” Gustavo Valdés, jugó a esperar que “limosna” podría darle alguno de los presidenciables del PRO.
Tan personalistas fueron los “acuerdos” y las “estrategias” que hasta le cambiaron el nombre a la Alianza. De “Juntos por el Cambio” pasó a ser ECO / Vamos Corrientes.
El gobernador de Corrientes, “capanga mayor” de una provincia a la que quiere convertir en una “republiqueta no reconocida“, supuso que negociando entre cúpulas la posibilidad de algunos cargos y manteniéndose “neutro” con respecto a las dos fórmulas, sería suficiente para que el electorado vaya sumiso a ponerle un voto a la propuesta surgida de su miopía.
Cuando los correntinos vieron que el relato radical de un año atrás “no vamos a ser segundones del PRO” sucumbió a los intereses personales de media docena de dirigentes con responsabilidades y poder, entendió que Valdés militaba el “entreguismo” en trueque por ganar una presencia nacional minúscula.
Por eso y no por otro motivo, tuvo la infantil idea de vender como unidad, una única lista de candidatos a diputados nacionales donde ni siquiera sus correligionarios pudieron elegir quien los representaría en la contienda.
Peor todavía, imponiendo la inclusión de Ingrid Jetter (PRO) en segundo lugar. Una diputada afín a Patricia Bullrich, quien al igual que Alberto Asseff (que integró la lista de Bullrich en provincia de Buenos Aires) van por su reelección y están denunciados penalmente por quitarle parte de sus salarios a empleados de su bloque.
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JETTER DENUNCIADA
Gerardo Morales ni Luis Petri pudieron ganarle -como representantes del radicalismo en las fórmulas de JxC- a Javier Milei. Es decir, otra vez, los radicales quedaron como segundones y caraduras ante el electorado. Y en Corrientes, particularmente, sin siquiera exponer una definición que sirva de guía para vislumbrar de que jugaba el gobierno correntino en una hora donde el país está en medio de una crisis sin precedentes.
CIEGOS, SORDOS Y MUDOS…
Gustavo Valdés, a quien la antigua dirigencia integrada por “eternos legisladores de voluminosos vientres o cabellera engominada” le hace el aguante denominándolo líder, quedó en falsa escuadra ante la ciudadanía. Además de ser socios vitalicios de la casta ni siquiera aportaron un mea culpa.
No vieron la realidad porque viven en un “universo paralelo” donde la crotera, la inseguridad y la decepción no penetran su espacio de confort. Ciegos.
No interpretaron los reclamos del ciudadano porque hace dos décadas viven tergiversando la realidad gracias a la pauta y a la complicidad de periodistas, medios y empresarios que integran el “círculo privilegiado” de nuevos y desconocidos millonarios. Sordos.
El mutismo apenas fue perturbado por las declaraciones incongruentes y sin fundamento de un par de chupamedias de Gustavo Valdés que, según ellos, Javier Milei todavía no le ganó a nadie. Soberbios e hipócritas. El “loquito” recibió el respaldo de más de 7 millones de compatriotas. Siete veces el padrón de la republiqueta que Valdés y sus monaguillos quieren hacer aparecer como un bastión del Cambio.
LA CORRENTINIDAD AL PALO
Tal como la historia lo demuestra, no la que el radicalismo correntino pretende hacer propia, los correntinos pegaron el grito de “Viva la Libertad Carajo”.
Los que gobiernan hace 20 años intentaron asimilarse a los héroes correntinos que desde un inicio lucharon y entregaron su vida por la Libertad. Y el resultado dicta que fracasaron.
Pero el pueblo correntino no es ciego, ni sordo, y mucho menos mudo. Y puso en las urnas su voz…
