Son muchas dudas. Demasiadas en cuanto a lo electoral, lo judicial y lo político. Las versiones potencian la incertidumbre.
Son muchas dudas. Sin embargo cada sector, en vez de despejarlas, colabora en potenciarlas. Parece que el sentido común es el más escaso de los sentidos.
El ciudadano, en definitiva – el sujeto más preciado -, transita cuesta arriba: la pandemia; la crisis económica; la inseguridad; la falta de propuestas que materialicen soluciones. ¿Y las elecciones? Lo que menos interesa.
LA DUDA ELECTORAL
En un año de elecciones nacionales de medio término. Con dos turnos electorales ratificados por ley. Camino a concretar un año y medio bajo el azote del enemigo invisible e insensible. En Corrientes todavía, no hay certezas de: ¿Cuándo elegimos? ¿ Que elegimos?
Es decir, hay dos Decretos de convocatoria para diferentes cargos. Pero, para la misma fecha de elecciones. Ambos instrumentos, cuestionados formalmente en sede judicial.
Sin embargo, el presidente de la Junta Electoral ha manifestado que el “cronograma” sigue vigente. Aún con plazos perimidos. ¿Y esto, cómo queda?
TIEMPOS JUDICIALES
Como lo anticipara PolíticaEnCorrientes el viernes 11 fue una fecha clave. Queda claro que los tiempos de la Justicia, no son compatibles – pero sí permeables -, a los tiempos políticos.
En el ámbito del Superior Tribunal, oficialmente no hay novedades. Pero sí, generó “ruido“, la versión de que el fiscal general César Sotelo habría decidido su postura con respecto a la – o las – presentación/es realizadas por la oposición contra el decreto 1145/21 y el “imprescindible” decreto 1247/21.
Por lo tanto, la expectativa está centrada en la “votación” de los miembros del Superior Tribunal. Y, consecuentemente, si la misma deja abierta la posibilidad de que el “trámite“, derive en otro ámbito.
Entonces, cabe especular que la cuestión podría transitar por el escritorio del Juzgado Electoral – a cargo de la doctora Herrero – o, si se apelaría a otra instancia. Lo que conllevaría a la Cámara Electoral.
Sin embargo, esa Cámara está “integrada” por las cónyuges de dos funcionarios del Ejecutivo provincial. Ergo, habrá objetividad? Dos de tres deberían inhibirse.
EL ORÁCULO POLÍTICO
Valdés hizo todo lo posible para marcar a fuego su impronta. Pero Colombi, Canteros, Cassani y otros menos expuestos le hicieron saber que el proyecto político, no es personal y autoritario.
Hoy, todos los “referéndums” que fueron expresados públicamente manifiestan un “apoyo“. Pero, son perdurables?
Sobre todo, si hasta el propio radicalismo tiene marcada fecha de decisión, para el 28 de junio. Será en esa fecha en la que formalmente Gustavo Valdés podrá – o no – convertirse en candidato de su partido.
De todas maneras, el gobernador – fiel al estilo de quien manejan el poder – ya fabricó su propio sello: “VAMOS CORRIENTES” y algunos más.
PRONÓSTICO
Mientras algunos juegan al “ta-te-tí” el ciudadano elector no sabe – y quizá poco le importa – como se “arregla” esto.
Sobro todo si, sus preocupaciones, son otras. Como curarse, como comer, como intentar sobrevivir sin ser incluido de hecho en el estatus de indigente.
Vale la reflexión de si el interés político está concatenado con las necesidades de quien, en definitiva elige. No sea cosa que las SOLUCIONES, sean tan precarias como la denominación “soluciones habitacionales” – una casilla de madera – sea la “marca” visible de que al poder, no le interesa la realidad de quién lo elige.
