Quejoso y pedigüeño el gobernador Valdés repite arengas en modo reclamo
Siempre oportuno, quejoso y pedigüeño, Gustavo Valdés insiste con el relato de cabotaje para la correntinada ingenua e indiferente.
Su palabrerío discursivo está hecho a medida de los “capitalinos”, los medios “mantenidos” y los socios “kiosqueros”.
Para el interior profundo donde “productores” y “menchos” comparten el palenque pero no las penurias, el trámite es más sencillo: tira unos subsidios; entrega algunas “soluciones habitacionales” – amuebladas -; promete inversiones en “parques industriales” precarios; y, por si fuera poco, sigue inventando “empresas” con mayoría estatal donde todo el capital lo ponen los correntinos.
EL DISCURSO PARA LA GILADA
Gustavo Valdés pide con la excusa de que siempre lo discriminan. Es decir, antes de recibir una respuesta ya asume una posición de supuesta “víctima”.
En realidad, pedir es lo más fácil, y el gobernador recurre a la mendicidad por su obvia incapacidad de proyectar, programar y ejecutar.
Disfrazado de estadista narcisista se derrite hablando de sí en modo plural: los correntinos. Nunca nada más falaz que su impostura improductiva. Por eso, salió a hacer campaña por una autovía “impostergable e imprescindible”; reunió intendentes, algunos funcionarios obedientes y empresarios poco productivos para alegar que las desgracias viales son producto de la falta de una autovía.
Apareció en Jujuy, donde su “socio” gobierna, en la reunión del Norte Grande para balbucear un reclamo chiquito, tan solo como adherente. Quiere “tarifa diferencial”. Se olvidó que, la empresa estatal correntina distribuidora de energía, es una de las más caras del país. A su vez, una de las que peor servicio brinda. Pero, es más fácil pedir.
MENTIROSO COMPULSIVO
El gobernador de Corrientes es un mentiroso compulsivo. Dibuja una realidad que no afecta a su “corte” y que sí, hunde cada vez más a los correntinos en la miserable condición de “electorado cautivo de republiqueta” dependiente de “coparticipación y ATNs”.
Se armó la TELCO para darle un “cargo bien remunerado” a su hermano. Impuso a una “parejita” en cargos de poder y decisión: Bee Sellares en Lotería y Sprovieri en el Banco.
Diseña proyectos sin sustento que no cambian la realidad de cientos de miles de correntinos. Aseguró sí, la dependencia del “empleado público” mediante la dádiva de los plus en negro. Un “generoso” limitado, que además permite y estimula el trabajo precario y la explotación de otros miles de correntinos que trabajan para el gobierno pero cobran presentando “factura”. Un desquicio que aniquila la dignidad y viola las leyes.
MEMORIA INEXISTENTE
Valdés perdió la memoria, malgastó recursos y seguro, abrochó algún posible negocio. Porque, después de haber invertido en la adquisición de terrenos para el Puerto de Ita Ibaté y el Puerto de El Sombrero, terminó poniendo todas las fichas en “su puerto” de Ituzaingó. Una joda.
CUENTO CHINO
De su improductivo periplo por China, acompañado de nutrida comitiva, se están esperando los resultados. Lo único que quedó en la memoria de “los correntinos”, es la malograda aventura de los “chinos” bonaerenses captadas para ser la “cara visible” del frigorífico -¿desaparecido?- La Muralla China.
PRECARIEDAD INSTITUCIONAL
Oportunista, desde el 2018 empujó la “paridad” de genero, y lo logró después de tres intentos. Ahora, va por el “voto joven”, pero no se le cae una idea con respecto a promover una Ley Electoral moderna, equitativa y aplicable desde el sentido común.
Se jacta de su preocupación por la legalidad de sus actos, sin embargo, mantiene “intervenidos” ilegalmente los entes autárquicos.
Ni siquiera se le escuchó alguna sugerencia con respecto al Defensor del Pueblo, que a pesar de tener rango constitucional, quedó congelada su designación en una bicameral legislativa que se adueñó del cargo para hacer politiquería.
UN FUTURO AL AZAR
¿Qué puede agregar Valdés a su reiterado “los correntinos tenemos…”? Nada. Mientras financia el tekové circus; el Iberá inaccesible -por los precios-; el carnaval subsidiado; el “avioncito” y ahora el “autito” eléctrico; el Festival del Chamamé que se “traga” presupuestos que bien podrían mejorar los salarios de maestros, policías, personal de salud y jubilados, cruzando el río se concretan otras prioridades.
Casi diariamente, los compatriotas chaqueños, concretizan más de lo que prometen. Por eso, ahora producen un yogurt -de primera marca- con “frutillas del Chaco”; en breve, el “agua saborizada” -también de primera marca- se comercializará en Corrientes con la leyenda en su etiqueta de “producido y envasado” en la provincia vecina.
Nada que envidiar pero, mucho para reflexionar. ¿Cuál será el destino de los correntinos en manos de un seudo estadista que no emboca una? Por lo menos, en beneficio de “todos los correntinos”.