VALDES ESTÁ MÁS POBRE

El gobernador Gustavo Valdés vertió expresiones contradictorias en una entrevista de casi 60 minutos, realizada en una emisora que goza de privilegios en la pauta publicitaria del gobierno.

Quienes leyeron o escucharon el “acting” de reportaje a Gustavo Valdés todavía están preguntándose porque el gobernador Valdés está más pobre.

Carente de vocabulario; reiterativo en sus apreciaciones; ambiguo en sus definiciones; y lo peor, haciendo uso de la mentira que por falta de cuestionamiento periodístico, queda como una verdad.

LO DICHO…

Valdés dijo muchas cosas. Pero para entender la inconsistencia de sus afirmaciones, hay que realizar un desglose y analizar cada concepto uno por uno.

ANÁLISIS

Dijo “a todos los partidos que confiaron porque no hablamos de candidaturas, sino de ir sumando partidos comprometidos con la causa de los correntinos, para modernizar desarrollarnos”.

No hay partidos comprometidos. Hay sellos partidarios utilizados como marco jurídico para mantener a una “corte” de dirigentes que viven del Estado. Por lo menos 15 de los 25 partidos de la Alianza ECO no tienen “vida” partidaria; nadie conoce sus sedes; ni siquiera hay certeza de que sus autoridades constituidas no sean un rejuntado de “parientes y amigos”.

Manifestó “puede haber una especulación, pero las elecciones se ganan el día de la votación, que es cuando termina el proceso de trabajo”. Destacó que el frente viene “trabajando mucho y por ahí sirve espiar con las encuestas, pero queremos ser cautelosos en los resultados porque a veces parece como que la opinión de la gente no importa y se hacen entreveros entre los partidos”.

Exacto, las elecciones se ganan el día de la votación. Justo cuando el aparato electoral del oficialismo usa al máximo los recursos del Estado para garantizar “logística; capacidad de presión; violación de las normas electorales; etc.”

Expresó “es por una cuestión de que hay partidos que no venían de esa vertiente y necesitábamos volver a nuestra marca, que es Encuentro por Corrientes. “Está bueno que pensemos en Corrientes”, destacó, resaltando que “la gente distingue la cuestión provincial de la municipal y la nacional”.

Excusa pueril. Sabe perfectamente que CAMBIEMOS está en “terapia intensiva”. Que la frese de campaña del 2017 “Nación, Provincia y Municipio” naufragó por impericia de Nación; por incapacidad de Provincia; y por la casi delictiva pésima administración del Municipio. Miente al decir -mal hablado- “está bueno que pensemos en Corrientes”, porque Valdés no piensa en Corrientes; intenta eternizar su “status” privilegiado de “profesional de la política”.

Comentó “retomando la agenda de la correntinidad, focalizando en un proyecto que suma a muchos, incluso a justicialistas, que se suman a la propuesta”. Sobre lo ocurrido con el justicialismo, se limitó a decir que “habla de que del otro lado hay inconvenientes y nosotros estamos más consolidados, pero cuando uno tiene más acompañamiento hay que ser muchísimo más responsables, cuidadosos y conformar a todos los que integran la alianza”.

¿Correntinidad? ¿Qué es eso? ¿Un proyecto que suma a muchos? ¿Qué proyecto? ¿Cuántos son muchos? Pura retórica de un “gobernador a cargo” sin proyecto y sin pulso para afrontar la realidad e iniciar un verdadero cambio.

Es cierto, el peronismo autóctono tiene inconvenientes surgidos desde el egoísmo y el desinterés por aplicar lo que su “biblia” le impone. Pero, también es cierto que Valdés -tal como lo hacía Colombi- no dudó en repartir prebendas a sectores del PJ para que fraccionen al partido más fuerte de la oposición -en los papeles-.

Aseveró “respecto de la obra pública en la Provincia, el mandatario recordó que hay muchos trabajos en desarrollo e la actualidad y agregó que “lo que falta es el acompañamiento más fuerte de Nación en materia de vivienda”. Explicó que se están construyendo unas mil casas, a finalizar este año y que la idea es aumentar esa suma para el año que viene, pero seguir solicitando más fondos”.

Valdés aprendió el recitado de memoria. La obra pública provincial responde a los intereses propios del “cartel correntino de los contratistas” y no a un PROGRAMA DE INFRAESTRUCTURA Y DESENVOLVIMIENTO. Como siempre, reclama acompañamiento de Nación para la construcción de viviendas; carece de una iniciativa programática en su gestión, le resta echarle la culpa a otros. Ratifica la característica de los gobiernos de ECO “seguir pidiendo fondos”; no se le ocurre administrar mejor los que ya recibe.

Recalcó que “no puede haber gente viviendo en casas de palos de eucalipto y cobertura de plástico”, por lo cual, insistió en el reclamo al Estado nacional por el punto de coparticipación que Corrientes perdió en 1987. Aludió a “la desinversión a raíz de esto, que trae consecuencias y por eso vamos a retomar la senda de la discusión para recuperar esos fondos”.

¿Coparticipación perdida? ¿Desinversión? ¿Discutir para recuperar fondos? Justificaciones que se contraponen con la realidad, porque el gobernador no explica el despilfarro de fondos públicos en servicios y actividades que no son prioritarios.

El Gobernador fue consultado sobre la situación de la pobreza, reflejada en las últimas cifras del INDEC, donde se afirma que hay un 49 por ciento de pobres y al respecto dijo: “Me dolió y me llamó la atención”, dijo sobre los números y aclaró que “no es culpa del Indec, hay una metodología que se usó durante varios años, que tiene varias falencias en la medición en la provincia, que son nuestras que vamos a corregir”.

Valdés es mucho más pobre conceptualmente que el índice vergonzoso que abarca a miles de correntinos. Vuelve a mentir, porque no le duele nada y menos pudo llamarle la atención algo que día a día crece en sus narices.

Dijo también “no tuvimos pérdidas de empleos y fuimos una de las que más subimos los sueldos, pero figuramos entre las más pobres”. Por esta razón, adelantó que se va a buscar “conveniar con el Indec para que los resultados reflejen lo que nos ocurre en realidad”, reforzando la cantidad de encuestadores en Corrientes y la modalidad en la que se hacen las preguntas “para que contemple por ejemplo no el monto de sueldo sino los ingresos que son dos cosas distintas”. También aludió a los programas provinciales de igualdad alimentaria, que asiste a los niños con desayuno y almuerzo en los colegios, atendiendo a unos 300 mil chicos por día. “Necesitamos defender los recursos de las regalías energéticas”, agregó, respecto al valor de la energía eléctrica, sobre lo cual manifestó que “a pesar de que nos aumentaron, no subimos los precios”.

Soberbio y, desde allí, absolutamente mentiroso e ignorante. En Corrientes no hubo pérdida de empleo público, en sus variadas modalidades. Pero sí hay pérdida de empleo privado, ya sea en blanco o marginal. Subió los sueldos, pero no dice que en ésta provincia los salarios de los empleados públicos que interesan docentes, salud pública y policía, son comparativamente más bajos con respecto a lo que se paga en otras provincias.

Mal asesorado, no es practicable un “convenio” con el INDEC para que los resultados sean “amigables” con el gobernador de turno. Si va a contratar más encuestadores que se haga cargo y pague. Cierto, sueldo e ingresos son cosas distintas; como también es “diferente” el sistema en Corrientes donde un porcentaje del sueldo se paga en negro violando normas vigentes con absoluta impunidad, fruto del letargo de los funcionarios judiciales y la complicidad de algunos dirigentes sindicales.

Contrario al principio de los derechos de los niños, Valdés considera que el alimento deshidratado, adornado con vitaminas sintéticas, es un paso adelante. En realidad, jornada tras jornada es un paso para que la empresa cordobesa de aceitadas relaciones con la UCR, cada minuto sea más millonaria.

Las regalías energéticas  son un tema que excede la capacidad intelectual de nuestro gobernador. En cuanto al precio de la energía, es cierto que ha sufrido aumentos progresivos en sus diferentes etapas: producción, transporte y distribución. Sin embargo, lo que al área provincial compete, los aumentos además de ser bochornosos son ilegales. Valdés, enchufate…

Aseveró “las cuentas de la Provincia “están muy bien” y recordó que “hicimos un esfuerzo enorme en salarios, ya que el año pasado fuimos la tercera jurisdicción que más subió los salarios, los pagamos puntualmente y reflejamos los aumentos en los pasivos”. 

¿Qué significa estar muy bien? Pagar sueldos es una obligación -al igual que hacerlo en término-. Pero pretender que la gente acepte que sus sueldos de la administración pública esencial (docentes, salud pública, policía) son justos, es lisa y llanamente una turreada. Valdés se exime de mencionar que solventa un número indeterminado de “Consejeros” -verdaderos ñoquis- y de “becarios” -rehenes electorales semi esclavizados a aceptar una miserable remuneración del Estado-. En cuanto al aumento en los pasivos, sepa el señor gobernador que hay jubilados que perciben en mano miserables 10 mil pesos; además, ineludiblemente deben pagar “plus” en determinadas circunstancias porque el IOSCOR es un “agujero negro” que no cumple su rol sujeto a las normas.

Aludió “a las obras de la Autovía y los trabajos junto al Municipio de la Capital, donde se están construyendo calles de ripio y mejoras en diferentes barrios. También destacó la iniciativa de colocar 500 cámaras de seguridad, que se podrán instalar en distintas zonas gracias a la creación de la Sociedad Anónima con Participación Estatal Mayoritaria (SAPEM), logrando “una inversión menor porque un privado nos llegó a presupuestar 32 millones de euros, es decir unos 150 mil millones de pesos, lo que es una enormidad”.   

¿Las obras de la autovía? ¿Sabe el gobernador a que empresa le adjudicaron la obra? Sí, a esa misma, una histórica del “cartel de la obra pública”. Con respecto a los trabajos que el gobierno provincial “solventa” en Capital, habrá que ver la rendición de cuentas. Ni soñar con pedir una “licitación”, porque las empresas amigas necesitan trabajar y por eso es más fácil la contratación directa. Lo sorprendente es el conocimiento en ingeniería vial de Valdés, que pomposamente habla de “construcción” de calles de ripio… Por cierto, no estaría mal saber cuánto se paga la tonelada de ripio y a que “cantera” le compran; esto último es una expresión de deseos en pro de la transparencia, ya se sabe que hay relaciones “carnales” entre sectores políticos y los que venden el ripio. Lo triste, es que una cuadra de ripio va a terminar costando más que una cuadra de pavimento. Todo sea por la campaña. No?

VALDÉS MÁS POBRE

Sin ninguna duda. En menos de una semana perdió 5 puntos de imagen positiva. Ya no mide 68%. Ahora hay unos cuántos miles de correntinos que amagan un insulto cuando se cruzan con un afiche, un audio o hasta algún video del gobernador que niega una pobreza estructural que salta a la vista. ¿Váldes está quedando ciego? No. Valdés está más pobre…

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Verified by MonsterInsights