Colombi aparece levantando las manos. En silencio. Con una media sonrisa angustiada. Le quebraron sus reglas y lo pusieron en ridículo
Ricardo Colombi aparece levantando las manos en la presentación de candidatos, esta mañana. Flanqueado por el detentor del poder y el sospechado diputado vitalicio.
Alrededor hay euforia. Es la nueva élite, la que amontonada y a los empujones, construye atropelladamente el pos colombismo.
Lo expusieron al ridículo, doblegándolo en sus convicciones más firmes. Le quitaron y le impusieron candidatos. ¿Qué queda del ex gobernador -tres veces-; del que daba a su palabra aires de santidad; de aquel que supo construir poder y medianamente compartirlo sin perderlo todo; del actual presidente de un radicalismo que excluye y se somete al personalismo avasallador e irrestricto?
COLOMBI ARRODILLADO
El que decía “estas son las reglas del juego“, refiriéndose a la exclusividad del radicalismo en la lista de senadores, se tuvo que comer un sapo tamaño carpincho.
NO DEJES DE LEER
SE ROMPIERON LAS REGLAS
Primero, le incorporaron una candidata del Partido Liberal -angaú- en el cuarto lugar de la lista de senadores, con amplias posibilidades de ser electa.
Segundo, le borraron sus postulantes a integrar la lista de diputados. Para colmo, dos radicales. Además, como frutilla del postre le impusieron a Lorena Lazzarof Pucciarello (PRO) en el segundo lugar de la lista!
Igual Ricardo Colombi sonríe. Angustiado. Y la preocupación no pasa solo por la zancadilla política y su retiro anunciado, teniendo en cuenta su situación actual…
UNA BOMBA JUDICIAL
Hoy, la Cámara de Apelaciones devolvió la causa que involucra a Colombi / Lazlo / Hadad al Juzgado Federal Nro. 2 a cargo del juez Vallejos. Es decir, la “historia” continúa. Y ahora, con el agregado de una vinculación a la causa Pyramis.
TODO LLEGA
No se sabe lo que el mañana depara a los mortales. En la vida terrenal, todo llega. En la política quizá, sea el único ámbito donde se puede “resucitar”.
Pero hay cambios de viento. Y se siente peor cuando uno está al borde del precipicio o, en el inicio de su propio fin. Todo llega…
