HUBO ARREGLO PERO NO FOTOS

Entre las olas y el viento hubo arreglo pero no fotos. Ricardo Colombi y Gustavo Valdés con los pies en la arena armaron un proyecto común. Por lo menos para el 2023

El cónclave playero entre los lideres concurrentes tuvo su hit del verano: hubo arreglo pero no fotos. Pisando la realidad, o si prefiere con los pies en la tierra, el acuerdo sobre el rumbo de acción del radicalismo correntino quedó firme.

HUBO ARREGLO PERO NO FOTOS

Lo útil y lo agradable, en plena vacaciones de verano, sirvieron de escenario para que Gustavo Valdés -el que gobierna- y Ricardo Colombi -el que conduce la UCR- acordaran una estrategia en común. El acuerdo contiene lineamientos básicos de acción con respecto a las elecciones provinciales y nacionales a concretarse durante el año en curso.

En consecuencia, las medidas precautorias anti rebeldías; responsabilidades y atribuciones en la estrategia nacional; y un “borrador” de como se integrarán las listas en las legislativas provinciales.

Lo más importante, es que el encuentro playero, contó con la “privacidad” que éstos conclaves decisivos amerita. Más allá de que el balneario concurridísimo -escenario del encuentro- goce de un “glamour” que argentinos y correntinos exhiben como una condición de “estatus” que los diferencia de los demás mortales.

EQUILIBRIO: LA CONSIGNA

Una señal de que el equilibrio es la base de lo que fuera acordado, quedó en evidencia en el show de anfitrión que Valdés brindó a diferentes “invitados y candidatos” durante la fiesta del Chamamé. Valdés recibió a todos.

También, demostró que la estrategia en referencia a las elecciones nacionales, está bajo el comando del gobernador.

La equidad no le restó valor a la moderación. Por eso, ambos lideres territoriales, consensuaron un “bosquejo” de como se integrarán las listas legislativas evitando crear “desconfianza y desilusiones”.

No va a ser fácil. Tampoco imposible. Al final, ambos son buenos equilibristas.

PRETENSIONES Y POSIBILIDADES

Son veinte bancas en juego, cinco en el senado y quince en diputados, las que se convirtieron en el “objeto del deseo” de ellas y ellos.

Hay que diferenciar una Cámara de la otra. Aún considerando que el oficialismo tiene quorum y dos tercios propios en los dos ámbitos.

En el senado provincial el radicalismo plebiscita tres escaños. Vencen su mandato Ricardo Colombi, Sergio Flinta y Alejandra Seward. Ninguna duda de que los “boinas blancas” quieren mantener su hegemonía partidaria en la Cámara.

Es decir, coronando lo que pone en juego, ni siquiera los dos tercios propios está en riesgo. Y, el detalle, mayoría de UCR pura, propia, inamovible. Tiene sus porque, ni se duda.

Tal como publicó PEC, Colombi y Flinta son candidatos firmes. ¿Se puede considerar el sacrificio o renunciamiento de uno o ambos? No. Pero, la cuestión es el “lugar” en la lista. La paridad impone candidaturas alternadas respetando el “género“. Y quizá, Gustavo Valdés solicite nominar a la “candidata” que encabezará o será segunda, garantizándose una “senadora” propia.

En síntesis, la lista de candidatos a senadores provinciales, es una cuestión que solo el radicalismo puede definir. ¿Quiénes son los dos radicales correntinos con poder para decidir? Sí. Ellos. El gobernador y, el presidente de UCR Corrientes.

QUINCE LUGARES PARA HACER ECO

Buscando el equilibrio pre acordado, al “puntear” la lista de diputados que vencen y como sería el diseño del armado para las próximas elecciones, surgieron sutiles diferencias.

Pero, el diálogo entre dos, facilita los acuerdos. Ambos referentes mantienen el mandato de “el radicalismo gobierna y rige la alianza, sin dejar de darle a cada socio lo que merece o le corresponde“.

Por lo tanto, podría especularse que, la intención es respetarle a cada “socio” la banca que pone en juego. Primera diferencia, Ricardo Colombi expuso que tiene no menos de una docena de radicales aspirantes a un escaño en diputados y que, desde el año pasado viene advirtiéndoles que “no hay lugar para todos“.

Sin embargo, el presidente de la UCR habría agregado que “poniendo 11 bancas en juego, 7 de los aliados, 3 nuestras y la de Proyecto Corrientes que ya no cuenta, hay que buscar fortalecer nuestra dirigencia que hace rato viene haciendo fila…“.

El gobernador, como respuesta, jugó su carta y habría argumentado una posibilidad: “la solución más pragmática es habilitar una especie de colectora“. Y habría agregado “entiendo que las colectoras se aplican cuando armas dos listas de una categoría que apoyan una lista de candidaturas ejecutivas… Pero, no cuesta nada intentar dejar a todos contentos“.

CADA UNO POR LO SUYO

EL “CHECHO” NO SE ENTREGA

TODOS CONTENTOS, PERO…

Hay cuestiones que no conforman a la mayoría. Quizá, por eso, tiene más justificación convocar las elecciones en junio y no en septiembre, versión que surgió desde los “pasillos” del gobierno correntino.

Para los dos “jeques” de la República de Corrientes, no hay que darle la oportunidad al “conservadorismo correntino” de capitalizar la onda libertaria en las PASO y, con números en la mano, pretender más lugares en las listas para las hipotéticas elecciones provinciales en septiembre.

El razonamiento tiene que ver con no favorecer -sin entorpecer- las “negociaciones” que tres aliados mantienen con los libertarios para “erigirse” como referentes locales en las PASO y consecuentemente, nominar “candidatos” del riñón conservador.

Sin duda, en el seno del gobierno; puertas adentro del radicalismo; y en las “mesas chicas” de los aliados, hay subjetivas apreciaciones que evidencian un reclamo concreto “Vamos por el Cambio“.

TIEMPOS POLÍTICOS

Quién diga que falta mucho, tiene algo concertado o está fuera de toda posibilidad. En política los tiempos no se miden literalmente. Hay gestos, movimientos, expresiones y silencios que “adelantan” o “retrasan” decisiones.

La “carrera” electoral se largó en el primer minuto del 1 de enero de 2023. Cada dirigente, referente, militante, aspirante, pretendiente a ser algo en éstas elecciones brindó con la idea fija en la cabeza: “éste es mi año“.

Si durante sus vacaciones los dos dirigentes más importantes del radicalismo y de la provincia, convergieron en una playa -donde la mar estaba serena- para buscar coincidencias, es de praxis que aunque hubo arreglo, no hubo fotos.

Pero siempre hay un testimonial, fruto de los comentarios que los propios protagonistas hacen sobre esa reunión.

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